Piqué se despide del Camp Nou entre lágrimas

Gracias por todo Gerard.

Dos enamorados hasta las trancas han tenido el valor de darse un tiempo esta noche en el Camp Nou, la valentía de asegurarse un hasta luego y prometerse que jamás existirá un adiós.

Gerard Piqué se va, pero volverá. Se va el mejor central de la historia del club y uno de los mejores defensores de todos los tiempos. Se va una persona que siempre fue de cara, con la verdad por delante, aunque a muchos les escueza. Se va un ganador de Champions, Ligas, Copas, Supercopas, mundiales de clubes, incluso le dio tiempo para vestirse con la elástica de la selección española y traer a casa una Eurocopa y un Mundial.

Además lo ha hecho como más le gusta, jugando, y como no podía ser de otra forma, completando un partido extraordinario. 

Porque como él mismo ha dicho para amar a veces es necesario dejar ir, y él mejor que nadie sabía que era el momento de irse, de dejar de hacer eso que tanto ama, de colgar las botas.

Hace 35 años Piqué y el FC Barcelona se enamoraron locamente el uno del otro, y durante todo este tiempo el zaguero catalán ha demostrado cada fin de semana que no hay otro culé como él.

Y es por eso que todo el mundo debe entender que no es un adiós. No se trata de una despedida, sino de una forma de alejarse para volver con más fuerza.

Ni la muerte podrá acabar con la historia de amor de Gerard Piqué y el Barça; por eso la vida no es amor ni el amor es vida, porque la vida se termina y el amor a veces no.