Pedri, el sabor canario que engancha al Barcelona
Pedri llegó al Barcelona por la puerta de atrás. El futbolista continuó en la Unión Deportiva Las Palmas, en Segunda División, gustándose y mostrándose superior a los rivales. La hoja de ruta marcaba que haría la pretemporada con el Barcelona y daría el salto a Primera División, pero en un club diferente al blaugrana. Las nuevas han venido mal dadas, los culés no han tenido presupuesto de fichajes y el futbolista ha conseguido un sitio en la plantilla de Koeman. No solo eso, sino que contra el Getafe apareció en el once titular. Ojo, todavía más, encima fue el mejor del partido.
Los barcelonistas no pudieron evitar ilusionarse ayer, pero es que no pueden evitarlo desde el primer día que se les relacionó con un jugador que no conocían. La analogía del Camp Nou. El recuerdo del ayer para construir un futuro mejor. Pedri, canario que llega al Barcelona muy cerca de la mayoría de edad. Cómo no acordarse del señor del gol. Pedrito, ahora DON PEDRO RODRÍGUEZ DE TENERIFE, así en mayúsculas. El futbolista llegó de forma similar y, desde la banda, marcó goles en todas las competiciones. Ni una final sin un tanto canario.
La nostalgia no alimenta, pero ilusiona y compara. Los culés quieren añadir un ‘to’ a su nuevo Pedri y que este se desate en la faceta goleadora. El futbolista, en sus pocos meses con la elástica blaugrana, ya ha dejado sellos de calidad, de ser un futbolista diferente, dispuesto a gustar y gustarse. Encantador de culers, en catalán porque en pocos días ya es uno más de la casa. Desborde, movimientos, fintas, pases… el repertorio de Pedri es maravillosa y es uno de los clavos a los que se agarra el barcelonismo.
La temporada no ha hecho nada más que comenzar y el Barcelona necesita paciencia. Los culés se apoyan en dos jugadores menores de edad sobrados de arrestos y motivos para la confianza. El 31 de octubre tendrá los 18 Ansu Fati, en noviembre lo hará Pedri. El dúo de 2002 en el que creer y confiar. Puede ser la dupla de esta temporada, sí, pero ilusiona todavía más que lo sean de toda una generación.