Poco Madrid, poco Zidane

Esta vez no hubo milagro. El Real Madrid de Zidane tenía ante sí un reto al que no se había enfrentado nunca, tener que darle la vuelta a una eliminatoria de Champions, y por el momento esa remontada tendrá que esperar para mejor ocasión. Pero lo peor no es que el Madrid cayese eliminado, sino la forma. El equipo tardó en entrar en el partido y cuando lo hizo ya perdía 1-0. Y no perdía porque el City tuviese un inicio arrollador sino porque la solidez defensiva de los blancos, esa que habían mostrado en Liga y les hizo campeones, brilló por su ausencia.

Varane cometió dos errores gravísimos que se tradujeron en los dos goles del City, y al Madrid no le cayeron más goles porque bajo los palos estaba Courtois, que también falló sin graves consecuencias. Carvajal, Casemiro, Militao y el propio Varane dieron un recital de lo que no se debe hacer en defensa, cometiendo un fallo tras otro, algo imperdonable en jugadores de su talla y en un equipo como el Real Madrid. Y al final el que no perdonó fue el City.

No sólo los jugadores del Madrid estuvieron mal, esta vez la magia de Zidane se quedó en punto muerto. Nada hizo el francés para evitar la deriva de su equipo, pues aunque durante buena parte del partido solo estuvieron a un gol de forzar la prórroga, la sensación era que el City iba a ahogar todas las esperanzas blancas. Los cambios llegaron tarde y mal. El Madrid con Zidane a la cabeza se diluyó como un azucarillo en el caos del Etihad Stadium y no fueron capaces de salir a flote, no hubo plan B ni nadie que acudiera al rescate. Perdieron en la ida, perdieron en la vuelta y en ninguno de los dos partidos se vio al Madrid de las grandes citas, solo a un equipo sin ideas a merced del rival y sin capacidad de reacción.

A este Madrid con lo que tiene le ha dado para ganar LaLiga, pero la Champions es un nivel más complicado. Si cuando ganaron LaLiga el mérito fue tanto de Zidane como de los jugadores, en esta derrota los culpables son tanto los jugadores como el entrenador. Unos por cometer fallos garrafales más propios de un juvenil sin experiencia, y otro por no darle una solución a los problemas de su equipo. Sin duda el equipo no pudo dejar peores sensaciones.

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