El Barcelona no ha dicho su última palabra
El Real Madrid ganó en Anoeta y empató a puntos con el Barcelona. Los blancos lo hicieron mejor en los duelos entre ambos, por lo que el golaveraje los recompensa con el liderato. Los dos equipos tienen 65 puntos y todavía quedan 8 partidos, sin embargo, por los dos bandos se escuchan constantes voces que anuncian que la Liga ya tiene u ganador y es el Real Madrid. Desde el Santiago Bernabéu se hace con orgullo. Desde el Camp Nou con cierto retintín arbitral, aunque también mirando sus propias faldas y el aburrido e inofensivo juego que planea Quique Setién en cada partido. Ambos están muy equivocados, el Barcelona no ha dicho su última palabra.
Dudar sobre la capacidad del Barcelona para poder revertir la situación es como dudar sobre los cigarros de Cruyff y Rijkaard, la lesión y los escarceos de Maradona, las fiestas de Romario y Ronaldinho, el carácter de Samuel Eto’o, la visión de Iniesta y Xavi o la pierna izquierda de Messi. Bueno, tal vez todo esto podría haberse resumido como que dudar del Barcelona es dudar de Lionel Messi. No creo que nadie que entienda un poco de césped, balón, redes, palos y porterías pueda tener alguna incógnita sobre el rendimiento del 10 argentino.
El Barcelona tiene delante ocho finales para demostrar que su reinado no terminará en la década de los 20. Ocho partidos en los que tiene mucho que mejorar, volver a ser el club que vuelve loco a sus rivales y los martillea al espacio, tiene que levantar la capacidad física y la velocidad en la transición de balón. Revelarse contra el Setienismo por el fútbol total y dejar de defender con el balón para vivir en un continuo ataque. Si los blaugranas consiguen hacerlo, no habrán dicho su última palabra e irán detrás del Real Madrid como la fiera que acecha a su presa. Si no lo hacen, también podrán terminar ganando, tienen a Messi.