Piqué, el problema no lo tienen los árbitros, lo tienen tus compañeros
Con el empate de ayer ante el Sevilla, el FC Barcelona ha dejado en manos del Real Madrid la resolución de LaLiga. Con el gol average ganado a los culés, si los blancos ganasen lo que les queda serían campeones. Ante esta situación, y seguramente por el gol anulado a Rodrigo en el pasado Real Madrid - Valencia, Gerard Piqué realizó unas declaraciones que dan que pensar: "Va a ser muy difícil ganar esta Liga, porque no depende de nosotros. Veo difícil que el Real Madrid pierda puntos viendo cómo han ido estas dos jornadas, va a ser difícil".
Nunca he podido llegar a entender como jugadores de Real Madrid o FC Barcelona pueden llegar a quejarse por una actuación arbitral. Se me escapa de mi capacidad de entender el fútbol. Menos cuando, en este caso, es una situación en la que la acción está bien anulada como en el caso del gol del Valencia. Evidentemente el central del Barça no habla del nivel que muestra el Madrid, insinúa ayudas para que los blancos ganen, y esto, viniendo del otro equipo más favorecido de la competición es más que lamentable. Piqué, que por cierto está siendo de lo único salvable de su club este año, tiene que hablar para dentro. Pero no en forma de quejas, tiene que hacerlo alzando la voz por el rendimiento que muestran algunos de sus compañeros. Las quejas para cuando se pueda, no cuando no cumples. Si los de Zidane les dan caza no será por el VAR, será porque desde la vuelta ganan fácil a un equipo en descenso, sufren en casa contra otro que está igual y, cuando les llega uno que juega bien, empatan contra el Sevilla. Es un atropello a la competición que un futbolista que juega en uno de los dos clubes que más favorecidos salen de cada partido tenga queja. Como se suele decir: "a llorar a la llorería". A quejarse a Griezmann que no cumple. A alzar la voz a la directiva que tiene que fichar en el Leganés para salvar la falta de gol. En definitiva, a jugar.
Escribe esto un defensor de Piqué. Me gusta porque no tiene pelos en la lengua. Es sincero y espontaneo. Hace lo que le nace, pero hay ocasiones que hay que darle dos vueltas a lo que se va a decir. Aquí no hay defensa posible. El debate es si ese gol se anula en el área del Valencia y en contra del Madrid, pero la misma pregunta se extrapola a si ocurriese en el Camp Nou. No hay derecho a queja, me niego.