Once metros: la distancia maldita del FC Barcelona

Pjanic falló el primero de los penaltis en Cornellá
Pjanic falló el primero de los penaltis en Cornellá / Alex Caparros/Getty Images
facebooktwitterreddit

El penalti, la pena máxima, el lanzamiento que prácticamente asegura el tanto cambia en función del deporte. Raúl Entrerríos anota desde los siete metros en balonmano, Nikola Mirotic desde el tiro libre a 4,60 y Pol Compta acierta desde los diez en cada penalti-corner de hockey, todos ellos suman para el FC Barcelona, pero en el fútbol los once metros se le atragantan a cada jugador que pasa el, en su caso, mal trago de enfrentarse a un penalti.

Lo sucedido en el partido de la Copa del Rey frente al Cornellá y que tanto enfadó a Ronald Koeman no es más que la continuación de una racha que se remonta a principios del mes de diciembre. Sin contar los aciertos en la tanda de penaltis de la Supercopa ante la Real Sociedad, en la que también se fallaron dos lanzamientos, los azulgranas enlazan cuatro penaltis sin marcar consecutivos y todos ellos con distinto protagonista.

Después de acertar frente a los donostiarras, Miralem Pjanic asumió la responsabilidad y, como especialista en sus años como 'bianconero', disparó, pero se encontró con Ramón Juan. Ousmane Dembélé, que también marcó en la Supercopa, tomó el testigo para el segundo y de nuevo apareció el guardameta del Cornellá para negar el gol a los azulgranas y mandar el partido a la tercera prórroga consecutiva para ellos.

Esta mala racha comenzó con Messi fallando su primer penalti en seis lanzamientos ante el Valencia. Después fue Braithwaite quien cogió el balón y no convirtió el lanzamiento frente al Eibar, y ahora Pjanic y Dembélé se unen a una lista en la que estaba Griezmann desde el encuentro ante el Real Betis. Ante esta sucesión de errores, el FC Barcelona ha adoptado una estrategia sencilla, típica de patio de colegio, mientras Messi no esté sobre el terreno de juego: el que marca repite.

Koeman no encuentra a su lanzador sin Messi
Koeman no encuentra a su lanzador sin Messi / Quality Sport Images/Getty Images

Una mecánica que precisamente explicaba ayer Mendilibar, técnico del Eibar, para justificar que fuese el guardameta, Marko Dmitrovic, el encargado de ejecutar desde los once metros a Oblak: "Lo ha tirado porque los demás lo habían fallado y había que cambiar". Habrá que ver si Riqui Puig, que marcó el decisivo ante la Real Sociedad, es el siguiente y cuánto tarda Ronald Koeman en mandar a Marc-André ter Stegen, que bastante tiene con tratar de pararlos, a probar suerte desde una distancia maldita, con menos del 60% de acierto este curso, para los azulgranas.