Nueva entrega del show de Bale en las gradas del Real Madrid

Gareth Bale sabe que hay una cámara pendiente de él durante todo el partido y eso le gusta. Ayer, en el encuentro frente al Granada dejó otra imagen "graciosa" y que se repetirá en los medios como "noticia". A la de la pasada jornada, en la que se le veía usando la mascarilla como antifaz, se le suma una nueva: la venda como catalejo. Un gesto que a muchos les podrá molestar, a otros no, pero que sabe por qué lo hace y para quiénes lo hace.

No es casualidad que dirija su mirada hacia donde están ubicadas las cámaras de televisión. Igual que no fue casualidad la bandera de "wales, golf, Madrid". Bale está harto de la prensa y ha decidido desahogar su enfado en forma de bromas. Sabe que todo lo que haga será analizado así que, en este escenario, ha decidido que lo mejor es reírse y ayudar a los medios. Su entrenador no ha dicho nada al respecto. Ni del gesto de ayer, ni del que realizó ante el Alavés ni de ninguno. No lo hace porque es el primero que quiere que se marche, "si es hoy, mejor", comentaba en la pretemporada del pasado verano. Lleva sin jugar desde el pasado 24 de junio, cuatro encuentros en los que no participa, pero parece darle igual. Igual estaba buscando los 15 millones de euros anuales que se lleva al bolsillo cada año, de locos...

La intención del 11 es agotar su contrato en el Real Madrid. La duración del mismo es hasta 2022, por lo que le quedaría aún un año más en el equipo. De lo que él quiera a lo que le apetezca al club hay un mundo. Mantener esa ficha por un futbolista que no juega ni va a jugar no parece lo mejor. Próximo show: jueves 16 de julio a las 21 horas en el Di Stefano frente al Villarreal.