Los incidentes de la final de la Champions League en primera persona: no todo lo que brilla es oro

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Mucho se suele decir, y escribir, acerca de las diferencias culturales entre Europa y Latinoamérica, los denominados primer y tercer mundo. En el Viejo Continente todo es organizado y nada sale mal. Mientras que por estas latitudes la corrupción y el desorden son monda corriente.

Seamos claros: en numerosas ocasiones nuestro fútbol (tal vez reflejo de las sociedades en las que vivimos) suele hacerle triste honor al mote que se le impuso. Ejemplos hay de sobra pero no vienen al caso enumerarlos en este artículo.

Sin embargo, ayer, en la previa de la finalísima de la Champions League entre el Liverpool y el Real Madrid, con los ojos del mundo mirando, evidenciamos con claridad que el hemisferio norte no está exento de estos papelones. Que no todo lo que brilla es oro.

Hay que decirlo sin medias tintas: los hechos ocurridos minutos antes de que comenzara la final de la Champions en el Stade de France fueron una vergüenza que vienen a echar tierra a las creencias a la que nos referíamos en los párrafos anteriores.


Para recapitular, la policía francesa anunció en la madrugada del domingo que detuvo a 68 personas en las inmediaciones del estadio. Por su parte, la UEFA afirmó que los disturbios se formaron porque "miles de espectadores compraron entradas falsas". Esta situación devino en la demora en el inicio del encuentro, ante el desconcierto de los presentes en el estadio y los millones de espectadores en todo el mundo.

En lo estrictamente futbolístico, el Real Madrid pudo festejar su merecida décima cuarta Champions League gracias el gol de Vinicius Jr. Sin embargo, en las horas posteriores, las celebraciones en distintos puntos de París no fueron tan pacíficas.

Como parte de la cobertura que realizamos en 90min para diferentes idiomas durante los últimos días en París, decidimos retratar los festejos de los fans madridistas tras la obtención de la Orejona.

Al no haber información clara, fuimos al Arco del Triunfo porque supuestamente ese era el lugar de encuentro de los fans. Al llegar, fue notoria la cantidad de policías que había en el lugar, incluso me llamó la atención este número porque simplemente había personas en sus autos tocando la bocina y un puñado de hinchas celebrando tranquilamente.

De un momento al otro, los policías comenzaron a reprimir a los presentes, entre los que nos encontrábamos, provocando corridas totalmente innecesarias. Un compañero, Ramiro Abrevaya, editor de video de 90min en español, terminó en el suelo con golpes en la cara.

Hechos similares ocurrieron en la Fan Fest del Liverpool. Eric Nash, editor de video de 90min Brasil, estuvo en este punto para cubrir lo que sucedía con los fanáticos de los Reds y así cuenta lo que vivió: "Algunos parisinos comenzaron a gritarles cosas de Benzema y del Madrid y a arrojarles botellas a los fans del Liverpool. Tras unos minutos, toda la plaza estaba cubierta de vidrios y la policía comenzó a reprimir a todos".

Eric agregó que "la Fan Fest estuvo muy mal organizada. Permitieron que entrase mucha más gente de la que cabía. Las personas comenzó a sentirse mal, con claustrofobia. Muchos se desmayaron incluso".

No es muy difícil de imaginar todo lo que se hubiese dicho y escrito en la prensa del mundo si estos hechos se hubiesen dado en algún país latinoamericano.

La corrupción, la violencia y la desorganización son lamentables síntomas del fútbol actual, pero en escala mundial. Y es algo que debe terminarse cuanto antes por el bien de todos los que amamos este deporte.