No se equivoquen: Villa no debe volver a jugar en Boca hasta que se resuelva su caso

Decir que Sebastián Villa fue uno de los jugadores de Boca Juniors que más se destacó en el último tiempo, cuando hubo actividad futbolística en continuado, no es ningún hallazgo: quedó a las claras que el delantero colombiano hizo la diferencia con su habilidad en velocidad.

Sin embargo, una denuncia por violencia de género de su expareja Daniela Cortés provocó una revolución en el mundo "Xeneize", en la vida personal del futbolista y en todo el ambiente, que derivó en su suspensión momentánea antes de que el parate por la pandemia del coronavirus se hiciera presente.

Aunque parecía que el hombre eléctrico de 24 años no iba a volver a vestir la camiseta azul y oro, la realidad marca que ya disputó dos amistosos, ante Argentinos Juniors y Estudiantes de Río Cuarto, por lo que todo hace pensar que volverá a ser tenido en cuenta por el cuerpo técnico liderado por Miguel Ángel Russo.

Esta decisión se contradice a lo que habían asegurado el presidente Jorge Amor Ameal y el integrante del Consejo de Fútbol "Patrón" Bermúdez, quienes habían declarado que esperarían a la decisión de la justicia para tomar una determinación con su caso.

Lo sorprendente es que en las últimas horas Fernando Burlando, abogado de la víctima, expresó que ella lo había perdonado y quería que vuelva a jugar, confirmado por la propia protagonista con una historia en Instagram que "el tiempo había curado las heridas y que lo personal poco tiene que ver con lo profesional".

En mi opinión personal, no estoy nada de acuerdo ni con Daniela ni con los directivos del club ni con la AFA, en el caso de que den el OK para que el futbolista vuelva a las canchas como si nada.

Deberían esperar a la decisión de la Justicia, que se encuentra investigando qué fue lo ocurrido específicamente: es un tema muy sensible, en uno de los clubes más importantes del continente, con un poder de repercusión gigante.

Lo personal, querida Daniela y Fernando, tiene mucho que ver con lo profesional, ya que para jugar al fútbol en el alto nivel uno tiene que cumplir con ciertas pautas también fuera del campo de juego, no se pueden disociar ambos aspectos.

Boca aún está a tiempo de arrepentirse de tomar una decisión que puede explotar de muy mala forma, siendo un pésimo ejemplo para la sociedad y para los chicos y chicas que están creciendo y dándose cuenta qué es lo que se debe hacer y qué no. Que la gambeta en velocidad de Villa no los nuble, que hay cosas más importantes...