No naturalicemos la violencia de género: Boca tiene que echar al 'Chelo' Delgado

Delgado es un eslabón más de una larga cadena que se debe desarticular.
Delgado es un eslabón más de una larga cadena que se debe desarticular. / VICTOR ROJAS/Getty Images
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No es normal que un dirigente de fútbol, o sea quien fuere, declare de la manera en que lo hizo Marcelo Delgado. ¿Ser violento es normal para él? Debe renunciar. Y si no lo hace, Boca debe despedirlo.

Pasó desapercibido. O, al menos, eso pareció al aire de ESPN. Lanzó una declaración tan inentendible como repudiable, y nadie (absolutamente nadie) le repreguntó. Las redes sociales no se lo dejaron pasar, y diferentes medios también se hicieron eco de ello. Aquí también nos sumamos al reclamo y, en nombre de quien les escribe, se exigen respuestas inmediatas ante la aberración cometida por Marcelo Chelo Delgado.

¿Acaso la violencia de género es moneda corriente para él? ¿Es algo normal que un jugador de fútbol golpee o maltrate -física, psicológica o verbalmente- a una mujer? Cuanto menos, Boca Juniors debería tener medidas ejemplificadoras para con personas que se expresan y piensan de este modo. "A todos nos ha pasado alguna vez", dijo el Chelo, así al pasar. Y nadie le preguntó por qué dijo eso.

Los medios también tenemos que ser ejemplificadores, debemos repudiar este tipo de actos. Pasó con Sebastián Villa en su momento. Ahora es tiempo de hacer hincapié en lo que dijo un tipo que forma parte del Consejo de Fútbol Profesional de uno de los clubes más importantes de la República Argentina. ¿En serio vamos a mirar para otro lado?

Es responsabilidad total de quien expresa estas palabras hacerse cargo y dar un paso al costado. Por no instruirse, por no deconstruirse y por naturalizar una situación que es gravísima. Es tarea del periodismo hacerle entender, repreguntarle y desarticular cuestiones tan arraigadas a un ambiente tan machista como lo es el fútbol. Delgado es un eslabón más de una larga cadena que se debe desarticular. Comencemos por dar el ejemplo. Despídanlo, o que tenga la generosidad de dar un paso al costado. Él y todos los cómplices.