México avanza a la final al vencer en penales a Costa Rica en partido cardíaco

La selección mexicana consiguió su boleto a la gran final de la Liga de Naciones de la Concacaf al vencer al combinado de Costa Rica desde la tanda de los penales. La cancha del Authority Fiel fue testigo de cómo los dirigidos por el entrenador Gerardo Martino ganaron, no sin dificultades, el partido decisivo y cardíaco de la semifinal.

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En un encuentro fue trabado y el equipo tico tuvo pocas ganas de ofender y sólo se dedicaron a esperar un contragolpe. A los pupilos del 'Tata' les costó abrir el cerrojo que puso el timonel Rónald González. Desde el inicio del partido, los costarricenses echaron todo el camión atrás. Sólo jugaron con un punta que fue Joel Campbell, de ahí en fuera, se les vio defendiendo hasta con diez elementos.

En repetidas ocasiones hombres de la talla como Héctor Herrera, Hirving Lozano y Diego Lainez se animaron a disparar de media distancia, aunque con poca fortuna. El mar de jugadores de Costa Rica dentro del área impedía que el balón pasara más allá de la línea de gol del meta Leonel Moreira. Los ticos comenzaron a meter la pierna y detuvieron el juego con faltas constantes, sobre todo al 'Chucky' Lozano, quien terminó siendo de los más golpeados.

La desesperación comenzaba a llegar en los elementos aztecas. Los minutos corrían y Costa Rica sólo esperaba un contragolpe, ya que todos estaban replegados. Los ticos sólo ansiaban la finalización de los 90 minutos para mandar el juego a los penales y ahí dejar todo a la suerte, porque futbolísticamente, no tenían nada. Los conatos de bronca aparecieron y el poco profesionalismo de los rivales provocó que el tiempo se fuera consumiendo.

Esta euforia llegó a las tribunas donde surgieron los gritos homofóbicos cada vez que el portero jugaba el balón, por lo que el encuentro se detuvo por unos minutos. Posteriormente, se decidió reanudar el cotejo, aunque enseguida el silbante pitó el final del tiempo regular y todo se definiría desde el manchón de castigo.

Ya en los penales, Uriel Antuna fue el primero en disparar. Todos se sorprendieron debido a que no es especialista en los penales, y lo falló. Por parte de los ticos Duarte erró su disparo y a partir de ese momento nadie fallaba. Todo se alargó hasta la muerte súbita, donde Allan Cruz disparó de pierna derecha y Guillermo Ochoa se calzó los guantes del magnetismo, para atajar el disparo y poner a México en la gran final del certamen ante los Estados Unidos.