Messi y los penaltis, una relación de amor-odio
Una vez más la suerte no sonríe a Lionel Messi desde los once metros. Ya pasó en 2012 una situación similar en el partido frente al Chelsea en el Camp Nou. El Barcelona dominó todas las facetas del juego haciendo uno de los mejores partidos de la temporada. El Chelsea se pasó los noventa minutos defendiendo en su área a sabiendas de que un gol del Barcelona los mandaba para casa.
Igual que hoy, la sensación que transmitía el partido era de que la pelota no quería entrar. El Barça lo intentó de todos los modos y por todos los medios y cuando más complicado parecía se iluminó la llama de la esperanza por medio de un penalti. Messi fue el encargado de ejecutarlo y al igual que hoy estrelló el balón en la madera.
También tuvo la mala suerte de fallar un penalti en la tanda de una de las finales de la Copa América que la selección Argentina perdió ante los chilenos. Y es que como pueden comprobar el acierto desde los once metros no es el punto fuerte del astro argentino.
Hoy, de todos modos, ha sido el encargado de abrir la lata para los culés con un trallazo desde unos 25 metros que ha dejado boquiabiertos a todos los presentes. Y es que es muy fácil culpar a Messi de todos los males del Barça. La campaña anti-Messi que existe desde que los que no pueden disfrutarlo en su equipo se dieron cuenta de que no hay nadie como él, volverá a culpar al argentino de la eliminación de la Champions o de la crisis económica. Pero lo único cierto es que Messi es y será, al menos durante un tiempo, el mejor jugador del mundo y tal vez de la historia.
No es seguro pero es posible que hoy hayamos visto a Lionel Messi vestir por última vez la camiseta del Barcelona en una noche de Champions. Por si acaso, un servidor se ha levantado del sofá con el pitido final y se ha quedado un rato aplaudiendo al 10, al mejor de todos, al que lleva trece años concediéndonos licencia para creer.