Messi arrancó bien frente al PSG pero el penalti fallado lo desinfló
A grandes rasgos, podemos decir que Messi completó una gran primera mitad pero tras el fallo del penalti y el inicio de la segunda pasó algo más desapercibido. Nada más comenzar el encuentro se vio como la idea era marcar gol lo antes posible. Messi estuvo muy enchufado, bajando a recibir, buscando espacios, dando pases en profundidad a Dembélé y Jordi Alba, incluso intentándolo por su cuenta en un par de ocasiones. El penalti cometido por Lenglet dejó un poco minada la moral de todo el equipo, pero fue Leo el encargado de poner las tablas en el marcador a través de un disparo a la escuadra desde fuera del área, qué tal vez pasará algo desapercibido como consecuencia del resultado final.
En el último minuto de la primera parte una patada muy clara de Kurzawa sobre Antoine Griezmann concedió al Barça la oportunidad de recortar distancias desde los once metros. Pero el fútbol a veces es muy caprichoso, muy injusto y demasiado egoísta. Si el balón hubiese ido centímetros más arriba tal vez Keylor Navas no hubiese podido rozarlo, y con el 1-2 al descanso, el equipo hubiese salido mucho más enchufado en el segundo tiempo.
El astro argentino lo siguió intentando, y en el ecuador de la segunda mitad tuvo una oportunidad muy clara después de una gran asistencia de Jordi Alba, pero Marquinhos se tiró a la perfección para interponerse en la trayectoria entre el balón y la portería.
Es posible que hayamos visto su último partido en Champions con la camiseta del Barça, en ese caso en cuanto a su cuenta particular no puede haberse despedido de mejor forma después del golazo que le coló a Keylor Navas. Si así es, siempre le quedará la espinita de no haber ganado ninguna de las últimas seis Champions. De todas maneras poco se le puede reprochar a Messi.