Mara Gómez: "Jugar en Primera División era como creer en los unicornios. Hoy creo que los unicornios existen"

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En noviembre de 2020, Mara Gómez recibió la autorización de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) para disputar el Campeonato Femenino. La jugadora de por entonces 23 años fue incorporada al plantel de Villa San Carlos y se convirtió así en la primera futbolista trans en jugar en la primera división del fútbol femenino argentino.

En la actualidad, la delantera integra el equipo de Estudiantes de La Plata. La protagonista del hecho histórico abrió la puerta para que otras futbolistas trans también pudieran sumarse a planteles de la primera división. Hoy son tres: además de Mara están jugando Tiziana Lezcano en Ferro y Jezabel Carranza en Deportivo Español. A sus 25 años, además de ser jugadora de fútbol, Mara es enfermera. Pero debe buscar otras trabajos para percibir remuneración económica. Porque en el club platense no tiene contrato pago y hasta el momento no consigue trabajo como enfermera.

En esta entrevista con 90min, Mara habla de la importancia de ser referente para otras jugadoras y para las infancias travestis trans, de los goles con los que sueña, de las y los jugadores que le gustan, de sus mejores momentos dentro de la cancha, de la desventaja de la hormonización, de los caminos que debe ir abriendo como deportista trans.

¿Qué recuerdo tenés de aquel momento en que la AFA te autoriza a jugar y debutás contra Lanús?

El debut fue un momento de mucha felicidad, porque había logrado estar en un equipo de Primera División, algo que yo no me lo esperaba. Aparte después del aislamiento obligatorio, de tantos meses sin jugar, la verdad es que ese día lo único que quería era disfrutar de poder jugar en una cancha tan linda como es la de Villa San Carlos. Fue hermoso debutar de local y con mis compañeras. Yo sabía y era consciente también que al mismo tiempo ese día se marcaba un hecho histórico, un antes y un después también dentro de lo que es el fútbol y del deporte. Fue como un día de festejos, un día de la alegría.

Más allá de que nosotras nos quedamos con la derrota dentro de lo que es el partido, creo que de igual manera ganamos todas porque se logró la inclusión. Entonces la verdad que fue muy importante y también ese gesto que tuvo Lanús de entregarme una camiseta con mi nombre fue un gesto de que claramente también los equipos rivales están totalmente de acuerdo y que comparten la lucha y comparten la inclusión. Es que es una fecha que no lo voy a olvidar nunca.

Pensaba en en ese día y que vos lo lo señalás como un hecho histórico también para para el universo del fútbol y para el universo del deporte. Hay otras dos futbolista trans hoy jugando en equipos femeninos de primera división, ¿qué significa eso para vos?

Yo he tenido comunicación con Lezcano y con Jezabel también habíamos tenido mucha conversación desde mucho antes de que de debute. Para mí es muy hermoso, porque claramente la lucha tenía que ver con esto, con abrir la puerta y que se genere la ilusión y que sea una referencia también para un montón de personas que digan bueno, ahí hay alguien como hay alguien que llegó y que ya pudo, entonces yo también voy a poder. De eso se trata, ¿no? De eso se trata estar constantemente luchando para que hagas una inclusión real dentro del deporte y bueno, que no haya discriminación por identidad de género. Qué es lo que vamos logrando con esto.

Hace un mes, Valentina Berr es una jugadora trans de fútbol español que anunció que dejaba de jugar por el trans-odio del que fue víctima en el ambiente del fútbol, ¿cómo vivís vos eso acá?

Una hace lo que ama pero hay un entorno que se encarga constantemente de cansarte y de joderte emocionalmente. Acá hay que pagar muchísimo costo para poder jugar. Tengo que estar en una terapia hormonal que es una contra-hormonización; ya de por sí el hecho de estar con esta terapia hormonal me juega de manera negativa al momento de la competencia. No solamente es que no estoy en igualdad de condiciones con mis compañeras, sino que estoy en desventaja porque pago un costo físico y un costo emocional también. Para poder sobrellevar un montón de situaciones tuve que hacer terapia porque realmente es muy difícil. No solamente tenemos que pelear para poder estar dentro de la cancha, sino también que no tenemos la oportunidad de tener un contrato que sea una ayuda económica. Para las mujeres trans es muy difícil encontrar trabajo remunerado. Entonces se paga muchísimo costo para para poder hacer un simple deporte y ese simple deporte termina siendo parte de la vida de una jugadora.

Yo comprendo la situación de la jugadora española. Son muchos golpes emocionales, muchos golpes que terminan llevándote a la depresión. Entonces tiene que ver con esto: un día te hace tomar una decisión de decir bueno no, por más que es lo que amo, me esta haciendo mal y necesito alejarme.

Según un informe del año 2020 del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) las personas trans en Argentina tienen una expectativa de vida promedio de 40 años. Mara lo sabe. Sabe también que así como no es fácil para ella conseguir un trabajo o avanzar entre tantas situaciones de trans-odio, no es fácil para ninguna persona travesti trans.

Mara con la bandera del orgullo trans
Mara con la bandera del orgullo trans / Nike

¿Qué vivencias tenés de tu primer gol como jugadora de Primera División?

Mi primer gol lamentablemente fue justamente contra Villa San Carlos, cuando yo ya jugaba en Estudiantes de La Plata. Es como muchos dicen: la ley de la ex. Lo recontra re mil grité. Fue un desahogo porque yo venía de ser tres veces goleadora de la liga platense y ser campeona invicta con el equipo y después me encontré en que en la liga profesional el cuerpo no me da porque la hormonización me hace pelota y que el nivel de competencia es mucho más alto y que no puedo hacer goles.

Bueno, ese día fue como el desahogo de decir todo lo que me costó llegar hasta acá y lo grité, pero no se lo grité a nadie en particular. Sin embargo, hubo un enojo muy importante de parte de las jugadoras de Villa San Carlos, de la gente del club que lo tomaron mal. Nunca pensé que ese folklore del fútbol masculino se replicara tanto en el femenino. Yo creo que es parte de la competencia, es parte de un partido y cuando una grita un gol, grita el gol que hizo no grita precisamente para hacerle daño a nadie. Yo ese gol lo grité y lo viví como el primer gol de la trava.

Fue el primero de noviembre en el Estadio Ciudad de La Plata. A los 28 minutos del segundo tiempo, Mara recibió un pase de Karen Giménez y la puso, de cabeza, contra la red del arco de Villa San Carlos. Su equipo ganó ese partido por 3 a 0. Mara tiene el video de aquel momento guardado.

Cuando eras chica, ¿soñabas con estar algún día jugando en primera?

La verdad es que no, en mi adolescencia, cuando había empezado a jugar al fútbol, nunca imaginé que iba a llegar a ser profesional. Siempre he crecido dentro de lo que es fútbol amateur. He pasado por varios clubes, he pasado por varias ligas, siempre muy bien recibida pero no me imaginaba nunca verme como jugadora profesional porque ni pidiendo un deseo creía que eso podía suceder.

Hay una frase que siempre digo: para mí llegar a jugar profesional era como creer en los unicornios. Sabemos que no existen, que son una fantasía. Y sin embargo, hoy me encuentra jugando en Primera División, haciendo mi experiencia en un segundo club. Eso que muchas veces parece una fantasía, puede suceder y hoy creo que los unicornios existen. Yo creo que nadie tampoco se hubiera imaginado que una chica trans iba a poder hacerlo. Esto también hizo mucho ruido y marcó un antes y un después también dentro del deporte.

El año pasado en Tokio por primera vez en la historia compitieron atletas trans y no binaries en los Juegos Olímpicos. Quinn, jugadorx no binarie de Canadá ganó la medalla dorada con la selección de su país. ¿Te permitís soñar con vestir la celeste y blanca? ¿cuáles son tus deseos a futuro?

Yo, como cualquier deportista, obviamente -en las imágenes idealistas- sueña con vestir los colores de su país, en una competencia grosa como lo es en un Mundial de fútbol. Nunca me podía imaginar estar acá en el fútbol profesional y hoy estoy acá. Entonces siempre digo que sí, que me permito soñar y me permito desear estar jugando, aunque sea un partido, con la selección argentina de deporte femenino. Ojalá el destino me escuche y si no soy yo que sea otra compañera trans, pero que suceda, porque eso marca los cambios dentro del deporte, los cambios dentro de nuestra sociedad y alrededor del mundo.

Estas deportistas trans y no binaries pasan también a ser referencia para otras personas del colectivo LGBTIQ+ que quieren competir en el alto rendimiento. Lo mismo sucede con la visibilización del fútbol femenino y esa posibilidad que abre en las infancias. Pensaba que vos hoy también sos referencia para infancias trans. ¿Cómo tomás ese lugar?

Me fui dando cuenta en el transcurso de todo lo que fui viviendo, de que es una responsabilidad ahora mía, no solamente ser futbolista sino también ser una referencia para aquellas personas travesti-trans que quieren ser futbolista es importante que haya alguien que ya marcó el camino. Obviamente es una esperanza para un montón de niñas y adolescentes trans y travestis aspirar a ser deportista profesional porque hoy ya pueden ver a una futbolista trans, a una jugadora de hockey trans o a una tenista trans. Se pueden a ver referenciadas y van a ver la oportunidad que nosotras no vimos antes. Entonces nosotras tenemos la responsabilidad de seguir trabajando para que la inclusión sea real, para que la inclusión sea para todas las personas, independientemente del sexo o el género que tengan y que el camino les cueste menos para poder llegar a donde quieran.

No se trata solamente de decir bueno, soy pionera; siento que mi rol es muy importante dentro de la sociedad y por este motivo también es que me expongo constantemente en los medios, porque para mí los medios de comunicación son una herramienta para visibilizar, para socializar con todas las personas que leen una nota o que escuchan una entrevista y que eso puede generar un mensaje de amor, de respeto y educación.

Mara sueña con hacer un gol, muchos goles, uno donde le pega de volea, uno donde engancha y la clava en el ángulo. A Mara, como a muchxs, le gustaría jugar como Messi. "Me encanta. Estoy enamorada de Messi por cómo juega. Es una bestia. Es algo extraordinario", dice. También le gusta mucho cómo juegan Florencia Bonsegundo y Estefanía Banini. Si mira hacia fuera, sus referencias son Marta Vieira da Silva y Megan Rapinoe. No sólo por cómo juegan sino por su militancia dentro de la comunidad LGBTIQ+.