Los partidos amistosos afectan de cierta forma a los clubes mexicanos
Por Arturo Du León
Esta semana fue de parón en el mundo futbolístico profesional por la fecha FIFA. El Tricolor ha disputado 2 de 3 partidos, donde ha salido airoso ante Guatemala y Holanda, esperando sólo el último compromiso amistoso que será el próximo martes ante su similar de Argelia. Pero, ¿este tipo de encuentros afectan a los clubes mexicanos?
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Si bien es cierto que son partidos de preparación, lo que también es una realidad es que los equipos aztecas sufren al ver partir a sus principales figuras con su selección. Asimismo, en repetidas ocasiones se presenta que un jugador en buen momento termina por lesionarse en los partidos o en las concentraciones del Tri, afectando seriamente el rendimiento de su club.
Uno de los casos más recientes es el del portero de las Águilas del América Guillermo Ochoa. De acuerdo con información del entrenador Miguel Herrera, el arquero se encontraba en óptimas condiciones, y fue en un entrenamiento de la selección nacional donde se lesionó, afectando también su participación en los partidos del cuadro azulcrema.
Por otro lado, caso concreto el equipo de Chivas, que con trabajos lograron salir del fondo de la porcentual para pelear por mejorar su posición en la tabla general, para que de pronto les quiten a sus hombres más importantes para las concentraciones del Tri. Esto afecta seriamente el trabajo realizado durante meses, ya que el técnico debe plantear otra estrategia para los juegos venideros.
Quizá los jugadores más beneficiados son los que militan en el Viejo Continente. A estos elementos los juegos internacionales de selecciones les vienen bien para continuar probando su experiencia y mejorar sus habilidades. Se podría decir que al toparse con equipos como el de Holanda o Argelia los nutre para que su desempeño vaya en incremento.
Es así como este tipo de partidos llegan a ser innecesarios. Lo correcto sería realizarlos cuando exista un propósito en común, es decir, cuando sean cotejos para las eliminatorias de cara a un mundial, un torneo de alto renombre internacional o alguna copa continental. Ahí sí los entrenadores junto con sus equipos deberán prestar a sus futbolistas, quienes tienen que acceder al llamado.