Los cuatro errores y único acierto de Cruz Azul en su derrota 1-4 ante Rayados

Este jueves Cruz Azul fue vapuleado 1-4 (1-5 global) por Rayados en el Estadio Azteca, en la semifinal de vuelta de la Liga de Campeones de la CONCACAF, con lo cual dijo adiós al sueño de levantar un título más este año.


En menos de diez minutos, el argentino Maxi Meza abrió la pizarra, pero Orbelín Pineda igualó las acciones, sin embargo, vinieron un doblete del argentino Rogelio Funes Mori y una diana del colombiano Duván Vergara para sellar el pase de La Pandilla a la final.


Aquí los cuatro errores y único acierto de La Máquina en el encuentro:

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ACIERTO

Respuesta inmediata para volver a la serie


Si algo se le puede aplaudir al Cruz Azul fue la respuesta inmediata que tuvo cuando cayó el primer tanto de La Pandilla, pues daba esperanza de poder dar una ardua lucha por el boleto a la gran final.


Todo vino a través de un tiro libre, el cual se cobró en corto con el argentino Guillermo Fernández cediendo el balón a Orbelín Pineda, quien le pegó como venía para sacar un remate raso que sorprendió al arquero argentino Esteban Andrada.


Esto hacía pensar que La Máquina podía venir de atrás y dar una grata sorpresa, lo cual no sucedió.

ERRORES

Una defensa bastante desordenada y sin garra


Rayados logró hacer daño gracias a la velocidad de sus jugadores, que aprovecharon también el desorden de la defensiva celeste, lo cual pudo verse en los dos primeros goles de los regios.


En el primer gol, tres jugadores fueron sobre Jesús Gallardo, quien filtró a Vergara, que jaló la marca de varios defensores para después dar la redonda a Carlos Rodríguez, quien a la vez cedió a un Meza totalmente solo en el área.


Ya en el cuarto, el paraguayo Pablo Aguilar salió a apretar a Funes Mori, quien una vez que tocó la pelota, dejó atrás por velocidad a su marcador para recibir de vuelta el esférico y definir ante la salida de Sebastián Jurado.


Así hubo otras jugadas más, donde la zaga se vio desconcertada y muy vulnerable, sin olvidar que en el segundo tanto el uruguayo Ignacio Rivero fue eludido fácilmente por Vergara, quien sacó un zapatazo imposible para Jurado.

Los cambios de Juan Reynoso no tuvieron efecto


Antes de culminar el primer tiempo, el técnico peruano decidió hacer cambios, dando entrada al peruano Yoshimar Yotún y al ecuatoriano Brayan Angulo al minuto 42, sin poder hacer un gran cambio en el juego del club cementero.


De hecho, en el complemento Yotún perdió una pelota en una salida que se convirtió en un contragolpe de peligro que casi acaba con otro tanto en contra.


El tercer cambio fue el argentino Walter Montoya, quien ni siquiera alcanzó a acoplarse al terreno de juego porque el juego fue suspendido por el protocolo del grito homofóbico. Ya después vino el paraguayo Juan Escobar, que aunque no lo hizo mal, no pudo ser solución.

Tres goles en contra en el primer tiempo


El campeón de la Liga MX dejó bastante que desear y seguramente ni el más negativo hubiera pensado que vendría una goleada, sobre todo cuando estás en tu casa cobijado por tu gente, no obstante, el partido quedó casi definido desde los primeros 45 minutos.


No pasaron ni diez minutos cuando vino el primer gol y aunque se igualó rápidamente a los tres minutos, apenas 25 minutos más adelante ya estaban contra la lona y sufriendo todavía de más acosos de los regios, que pudieron ampliar la pizarra.


Para colmo, apenas en el primer minuto del segundo tiempo hubo una jugada de peligro que resolvió correctamente Sebastián Jurado.

Varios jugadores lejos de su nivel habitual


Son varios los futbolistas de La Máquina que no atraviesan un buen momento, lo cual se ha visto también en la liga, pues esta noche hubo pilares del equipo que se vieron mal a la hora de tocar la pelota como Luis Romo, Roberto Alvarado o Ignacio Rivero.


Del mismo modo, el mediocampo no funcionó, pues aparte del mala desempeño de Romo, Rafael Baca no pudo recuperar pelotas ni tocar casi el balón, mientras Pol Fernández también tuvo varias pifias a la hora de asistir y ni hablar del trabajo defensivo.


Debido a ello, hubo pocos balones para que los atacantes pudieran hacer algo.

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