Los cuatro errores y único acierto de Chivas en su caída 1-2 ante Juárez

Nuevamente Miguel Ponce fue de los más señalados por los aficionados tras la derrota ante Bravos.
Nuevamente Miguel Ponce fue de los más señalados por los aficionados tras la derrota ante Bravos. / Jam Media/Getty Images
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Chivas sigue sin conocer la victoria en la Liga MX, pues a pesar de haber jugado de local en el Estadio Akron, fue superado 1-2 por Bravos, gracias a las dianas del paraguayo Darío Lezcano y el argentino Matías García, en duelo correspondiente a la Jornada 4 del Torneo Guard1anes 2021.

A continuación, los cuatro errores y único acierto del Rebaño en su compromiso:

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ERRORES

Demasiados errores por parte de la línea defensiva y su nulo ataque

En esta ocasión toda la línea defensiva se vio bastante mal, ya que no pudieron salir jugando de forma cómoda, sus pases fueron incorrectos y cuando buscaban hacerlo con pelotazos largos, tampoco consiguieron su objetivo, razón por la cual los visitantes se fueron rápidamente arriba.

El más señalado fue Gilberto Sepúlveda, quien fue techado en el primer gol por Lezcano, además Hiram Mier no lo acompañó en la jugada.

Miguel Ponce tampoco supo medir el rebote de una pelota y dejó escapar al rival, mientras Jesús Sánchez al buscar cortar un pase dejó totalmente solo a García para anotar el segundo tanto. Sin duda alguna, un pésimo marcaje de todos.

Sumado a ello, un partido más sin que los dos laterales generen peligro, pues no se suman al ataque para mandar centros a los atacantes, simplemente se quedan estancados en la parte baja.


Un ritmo somnoliento y predecible

Una vez que Jorge Isaác Rojas hizo sonar su silbato, los pupilos de Fernando Tena salieron con todo a presionar y atacar, algo totalmente diferente a los de Victor Manuel Vucetich.

En todo momento los rojiblancos se vieron lentos en sus movimientos, muy predecibles con sus pases y formas de jugar, así que fueron nulificados de manera sencilla, tanto así que Fernando Beltrán y Jesús Molina pasaron casi desapercibidos en el mediocampo y el resto de los atacantes no pudo recibir la pelota.

Asimismo, nunca acabaron de entender a qué jugaban, estaban muy separados y por eso no podían jugar con pases cortos y se equivocaron de forma constante.


Bajón anímico de forma rápida

El peor error de los tapatíos fue recibir gol tan temprano, pues no habían pasado ni diez minutos cuando Lezcano batió a Raúl Gudiño.

A pesar de ello, el Guadalajara no reaccionó de forma rápida y siguió sin verse agresivo, hasta que antes de la media hora apareció el segundo gol, con lo cual comenzó la preocupación y empezó a jugar el estado anímico, que en el primer tiempo jamás acabó por despertarlos de todo, motivo por el cual Vucetich decidió hacer cambios rápidos para el arranque del complemento, sacando a Beltrán, Sánchez y Sepúlveda.


No aprovechar su localía

Lamentablemente Chivas ya ni siquiera puede presumir que no ha caído en casa, pues este sábado fue totalmente superado por los rivales.

El equipo tapatío se está metiendo en una grave crisis pues únicamente suman dos puntos de doce posibles, con lo cual, se encuentra entre los tres peores equipos del campeonato y deben despertar de forma rápida.

Aún cuando jugaron en La Fortaleza, les faltó actitud y muchas ganas por trascender y defender su territorio. Si esto sigue así, se vislumbra un terrible panorama para los rojiblancos.


ACIERTOS

Cambios y seguir anotando

Uno de los problemas más graves del Rebaño Sagrado en el pasado semestre fue no encontrar el gol en las primeras jornadas.

Afortunadamente ahora por lo menos llevan cuatro partidos consecutivos anotando, por un lado es un alivio, con José Juan Macías sumando hasta ahora dos tantos, tras descontar este sábado.

También se aplaude los cambios rápidos que hizo El Rey Midas al darle ingreso a Alejandro Mayorga por Ponce, Antonio Briseño por El Tiba y Ricardo Angulo por El Nene, algo que generó algo positivo pues se pararon mucho mejor y por lo menos ya no estuvieron totalmente dominados por el rival.

Es hora de que el técnico deje de casarse con su mismo once y le dé oportunidad a aquellos que se encuentran en el banquillo.