Los 6 futbolistas que el Barcelona no puede dejar salir
El Barcelona necesita cambios. La etapa Bartmoeu llega a su fin con un equipo viciado, sin ningún cargo de mando claro y una humillación histórica. La goleada del Bayern de Múnich en cuartos de final ha sido la gota que ha colmado el vaso. Los del Camp Nou deben remodelar su equipo y van a hacerlo, habrá salida masiva de futbolistas y reconstrucción. Prácticamente todos están en venta. Solo unas pocas excepciones no deberían abandonar la Ciudad Condal.
1. Marc André Ter Stegen
La portería es la única línea que ha funcionado esta temporada. El portero alemán ha salvado al equipo en más de un partido y ha demostrado tener el carácter necesario para levantar a los suyos y ser una de las piedras sobre las que poner la base del nuevo Barcelona. Ter Stegen no solo no debe salir, sino que debe adquirir más importancia.
2. Clément Lenglet
Clément Lenglet se ha merecido seguir en el Barcelona. El central ha sido un seguro en los balones altos y centros desde la banda y ha estado muy atento al corte y la anticipación. Merece continuar, pero también debe tener competencia y no ser titular indiscutible.
3. Frenkie De Jong
Frenkie De Jong ha cumplido las expectativas y ha aportado calidad en el centro del campo. El holandés es una apuesta de futuro y tiene el adn Barça en la sangre. Otra de las piezas sobre las que debe crecer el club.
4. Riqui Puig
Antes de fichar, el Barcelona debe valorar las piezas válidas de La Masia. Riqui Puig merece la oportunidad. El centrocampista ha esperado con paciencia y ante la inminente salida de muchos de sus compañeros, es su momento para ser habitual. Deberá ganarse el puesto.
5. Ansu Fati
Ansu Fati ha sido parte activa del primer equipo esta temporada. La próxima lo será a pleno derecho, con ficha profesional. El extremo ha desatascado partidos y ha ilusionado al Camp Nou.
6. Lionel Messi
Nadie puede dejar salir a Lionel Messi, simplemente porque es Messi. Eso sí, el argentino debe aparecer en esta línea con condiciones. Tiene que quedarse, pero también ha de cambiar su actitud y dejar de reinar en el vestuario. La voluntad de entrenadores y directivos debe estar muy por encima de la suya.