'Lo de Benzema' y la magia de Goethe
Por Adrían Marcos
Dijo Goethe que "magia es creer en ti mismo, si puedes hacer eso, puedes hacer que cualquier cosa suceda" y la verdad que viendo a Karim Benzema esa podría ser la mejor definición de magia. El francés aseguró tras el partido que para él "eso es el fútbol", donde otros habrían un problema él encontró una solución en forma de genialidad porque ve "el fútbol así", y todo eso restándole importancia a una acción clave en el partido.
Lo cierto es que leyendo lo que escribió el alemán y escuchando lo que dijo ayer el francés encuentra uno una relación, un vínculo que se explica por algo tan inexplicable como es la magia, pero que tan bien definió Goethe y del mismo modo define a Benzema. Magia es lo que hace el futbolista del Real Madrid en cada partido, prácticamente en cada balón que pasa por sus pies en una temporada que le está aupando a lo más alto de los delanteros.
Leía ayer que el nivel de Karim este año es de Balón de Oro y no me pareció para nada descabellado si los blancos logran el título de LaLiga y logran pelear por la Champions League. En un año marcado por una pandemia mundial en la que el Liverpool gana la Premier League por primera vez en su historia y tanto Messi como Cristiano Ronaldo dejan sus dudas, el francés podría colarse en un premio que, en la última década, ha estado lejos de su alcance.
Y es que no solo se limita a la delicatessen de ayer 'Lo de Benzema', lo escribo así porque bien merece una película, un documental o una serie. El francés es el único que podría discutirle el Pichichi a Leo Messi, es el líder del Real Madrid a nivel ofensivo y en cada partido tiene un gesto, un detalle, un momento en el que deja su huella ya sea con un pase como ayer, con un gol como los 17 que lleva en LaLiga, o un regate de fantasía que enamora a propios y ajenos.
'Lo de Benzema' en estos dos últimos años da para hablar largo y tendido, son muchos los que se han subido a su carro después de años y años a la sombra de Cristiano Ronaldo, y no les culpo de ver ahora lo que otros vimos hace tiempo. Solo unos pocos afortunados apreciamos al francés desde que pisó por primera vez el Bernabéu, o incluso antes, y yo no sé si como Fausto, él habrá vendido su alma al diablo, pero de esa magia que decía Goethe el bueno de Karim tiene a raudales.