Llegó la hora de Koeman, ahora él es el principal señalado

Koeman es el foco de las críticas tras el tropiezo del FC Barcelona
Koeman es el foco de las críticas tras el tropiezo del FC Barcelona / GABRIEL BOUYS/Getty Images
facebooktwitterreddit

El conjunto azulgrana atraviesa por su peor momento en LaLiga de los últimos años, sobre todo después de caer ayer ante el Atlético de Madrid dando una sensación de incapacidad para responder ante el buen hacer de los colchoneros. El FC Barcelona, con la jornada aún por terminar, marcha a mitad de tabla, con once puntos de los 24 posibles tras sus ocho primeros encuentros, y llegó la hora de Ronald Koeman, ahora él es el principal señalado.

Después de que Josep María Bartomeu cediese y dejase su cargo al frente de la entidad, ya no hay cabezas de turco que reciban parte de las críticas. La crisis institucional sigue existiendo, pero su arreglo está en camino, mientras que sobre el terreno de juego los problemas, que crecen, no parecen tener fácil solución. El rendimiento del equipo y las decisiones del técnico neerlandés van de la mano por lo que los fallos y sus consecuentes reproches son compartidos.

Koeman no encuentra la solución a los malos partidos del equipo
Koeman no encuentra la solución a los malos partidos del equipo / GABRIEL BOUYS/Getty Images

Los futbolistas blaugranas no están demostrando todo su potencial, es cierto, pero tanta culpa tienen ellos como un Koeman que no acaba de encontrar la tecla que tocar para que su estilo funcione siempre. Las estrellas brillan en partidos concretos, pero el conjunto desaparece cuando estas no encuentran su sitio y su mejor versión, creando una irregularidad que deja goleadas como las de Betis, Celta o Villarreal, y tropiezos como el de ayer o los sucedidos ante Real Madrid, Alavés o Sevilla. Una situación que deja ver las costuras del entrenador y que no se pueden permitir.

El FC Barcelona tiene perdido el 'gol average' con madridistas y colchoneros, está a nueve puntos de los de Simeone, y del liderato de LaLiga, y a seis de los de Zidane, y los puestos de Champions League. Si bien es cierto que cuenta con un partido menos que los blancos y dos con respecto a otros rivales, la diferencia con los atléticos es real pues ambos tienen pendientes dos citas que aún deben disputar y, al menos los culés, ganar.

Ahora mismo, como se suele decir, Koeman monta un circo y le crecen los enanos pues a la derrota en el Wanda Metropolitano se le suman las lesiones de Gerard Piqué y Sergi Roberto. Si la defensa azulgrana ya iba corta de efectivos, el neerlandés tendrá que reinventarse para salvar los muebles al menos hasta enero, cuando tendrá que llegar un central si o si.

Las bajas en la zaga no ayudan a una medular que ayer se vio superada y que, al menos en los próximos partidos, perderá a Frenkie de Jong, que seguramente sea el elegido por Koeman para acompañar a Lenglet en el eje de la defensa. Ni el de Países Bajos ni Miralem Pjanic estuvieron ayer a la altura, y no parece que Busquets sea la mejor de las soluciones. El equipo falló en el medio y arriba la solución: meter más y más delanteros, no funcionó.

Si, el FC Barcelona paga ahora la mala gestión deportiva de Bartomeu en verano, pero Koeman no está siendo capaz de revertir situaciones como la de ayer y depende de la inspiración de Messi, Coutinho o Griezmann, si es que algún día la ha tenido en Barcelona, para salvar los partidos. Al club y al entrenador le salvan por ahora su buen hacer en Champions League y el mal momento del Real Madrid, pero eso no es válido en un equipo como el culé.

El técnico azulgrana señaló tras el partido de ayer que "un equipo como el Barcelona no puede encajar un gol en el 47 como hemos hecho", pero se equivoca, un equipo puede recibir un tanto así, lo que no puede permitirse es no encontrar reacción. Él es el principal señalado, merece todas las críticas y los juicios, y debe dejar atrás las excusas ante la prensa y cumplir con hechos porque a buen entrenador, pocas palabras bastan.