Lionel Scaloni confirmó que está a la altura para ser el entrenador de la selección argentina

Lionel Scaloni ingresó al grupo selecto de entrenadores que ganaron en la altura de Bolivia.
Lionel Scaloni ingresó al grupo selecto de entrenadores que ganaron en la altura de Bolivia. / JAVIER MAMANI/Getty Images
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Ingresó al grupo selecto de entrenadores que ganaron en la altura de Bolivia: poca experiencia y muchos resultados. Scaloni rompió con los libros argentinos.

Mucho habla la prensa argentina y los analistas futboleros. La opinión pública lo hostiga permanentemente y le reclama cambios oportunistas cuando los resultados no son los esperados. Pero déjenme decirles que Lionel Scaloni ha cosechado más alegrías que tristezas al frente de la selección argentina.

Ninguneado y hasta cuestionado puertas adentro por eminencias de este deporte, el inexperto entrenador se dedicó a trabajar y a llevar adelante el recambio que ningún otro experimentado DT se animó a realizar. Cambió al arquero, modificó la defensa, dio vuelta el mediocampo. ¿Y arriba? Dejó a Lionel Messi, pero lo acompañó de nuevas figuras.

Afuera Di María. Mascherano ya no está. Higuaín no quiere estar y el Kun Agüero está lesionado. Todo fue una combinación perfecta para que Scaloni pueda armar el equipo a su gusto. Y adentro está el capitán, al que siempre le manifestaron su bronca por armar un supuesto equipo de amigos que ya no es tal y el que sigue viajando miles de kilómetros para ponerse la camiseta albiceleste hasta en medio de una pandemia.

Scaloni le dio una identificación y un sentido de pertenencia a un plantel (porque ya podemos hablar de plantel, tiene una base bastante clara) que con mayor rodaje irá cosechando grandes resultados. Lo logró en la altura con Bolivia, en La Boca con Ecuador y hasta en la Copa América donde se quedó afuera injustamente con Brasil.

Enhorabuena, Lionel. Y no hablo por Messi. Es Scaloni el líder de este recambio, de este éxito temporal y que esperamos sea constante. Estamos en presencia de lo novedoso de la inexperiencia. Del que rompe con todos los libros. Del que va en contra de la idiosincrasia argentina. Y aún así logra ganar. Y convencer, claro.