Lautaro Martínez, la obligación del Barcelona
El argentino y el Inter viven un tira y afloja constante que ya cansa hasta a los más pacientes. La intención de Lautaro es no vivir toda su carrera futbolística en Milan pero el Inter no le quiere dejar escapar a cualquier precio. Su conexión con Lukaku es brillante y están volviendo a ser ese equipo temido en Europa, pese a haber pasado una década complicada a nivel de resultados coqueteando en diversas ocasiones con la Europa League.
Bartomeu aseguró en una rueda de prensa que antes de que comenzase la pandemia habían iniciado conversaciones fructíferas con el club italiano, pero los efectos económicos de la crisis sanitaria han dejado vacías y endeudas las arcas del Barça. Su fichaje es complicado y actualmente prácticamente inalcanzable, pero es sin duda la pieza clave que le falta a este equipo. Un jugador de un perfil similar al de Luis Suárez, con gol potencia y perseverancia durante los noventa minutos. Un jugador incapaz de rendirse, un tipo con el hambre que este equipo precisa.
La renovación de plantilla está siendo medianamente exitosa; los Pedri, Ansu Fati, De Jong, Araújo cada vez aportan más y están encontrando un sitio fijo en los onces de Koeman, luego hay otros como Riqui Puig o Aleñá que no están gozando de la misma fortuna.
El fichaje de Lautaro Martínez solo podría hacerse realidad si salen del club varios jugadores que cuentan con salarios por encima de su aportación, como podrían ser Umtiti o Coutinho. Las ventas de este verano van a ser claves para el devenir del futuro cercano.
El encaje parece de lo más evidente, siempre y cuando Leo continúe en el equipo. Una delantera formada por Messi, Lautaro Martínez y Ansu Fati rondaría los 60 goles por temporada. Además son tres jugadores a los que no les quema el balón en los pies y son más que capaces de encontrar asociaciones constantes con los centrocampistas de perfil ofensivo.
Si viene, que venga lo antes posible. El equipo necesita un nueve, exactamente ese nueve. Los caminos de Lautaro y del Barcelona están destinados a encontrarse. ¿Vivirán felices y comerán perdices?