Las victorias también pueden ser vergonzosas: Boca dio lástima y rozó el papelón ante Claypole por Copa Argentina

Boca Juniors v Claypole - Copa Argentina 2021 - Boca festeja el gol de Villa.
Boca Juniors v Claypole - Copa Argentina 2021 - Boca festeja el gol de Villa. / Marcelo Endelli/Getty Images
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Se dice habitualmente y de manera correcta que, en estos partidos de Copa Argentina donde se enfrentan equipos de distintas categorías y realidades, el equipo más poderoso tiene todo para perder: si se impone, nadie esbozará una palabra, pero si cae, se arma la debacle.

No fue el caso de Boca Juniors anoche en la cancha de Lanús frente al recién ascendido a la Primera C Claypole, ya que acompañado de la suerte, de las atajadas de Javier García y del gol de la victoria de Gonzalo Maroni pudo vencer al "Tambero" por 2 a 1.

Sin embargo, lo del conjunto de Miguel Ángel Russo fue preocupante a pesar del resultado final: el equipo se vio superado en gran parte del partido, jamás pudo demostrar la enorme diferencia de jerarquía y presupuesto que existe entre los planteles, y queda claro que más allá de la clasificación nadie de Boca estará conforme con lo observado ayer: al contrario, se sentirán avergonzados de haber sido representados por la mayoría de estos futbolistas.

Pongámoslo en contexto: Claypole, que hasta hace poco tiempo se desempeñaba en la Primera D, una categoría semi-profesional donde absolutamente todos sus futbolistas precisan de otro trabajo para poder llegar en condiciones óptimas a fin de mes, se le plantó de igual a igual al gigante de América y hasta lo superó por momentos.

Salvo Javier García en el arco y algunos destellos de los colombianos Edwin Cardona y Sebastián Villa (su festejo de gol para el 1-1, bailando como si nada ocurriera, marca la mentalidad de muchos jugadores de este elenco), lo de los futbolistas "Xeneizes" fue bochornoso.

Nicolás Capaldo mostró que no puede jugar de lateral derecho, sobre todo en compromisos que definan aspectos importantes: no por culpa suya, ya que ese no es su puesto natural, pero el DT Russo debería darse cuenta.

Lo de Carlos Zambrano en defensa volvió a ser preocupante, y más teniendo en cuenta que los delanteros de un equipo de Primera C le hicieron lo que quisieron: ¿qué pasará en la Copa Libertadores, con futbolistas de jerarquía?

Los pibes de Boca, que lógicamente no tienen la culpa, estuvieron lejos de cumplir: los Varela, los Medina, los Vázquez, los Zeballos. Ninguno dio la talla, aunque habrá que darles tiempo, pero sabiendo que en este contexto del equipo será cada vez más difícil que puedan exhibir sus condiciones con confianza.

El problema de Boca no fue Claypole, ni Sarmiento de Junín, ni Vélez Sarsfield. El problema de Boca no es el rival de turno. Ya quedó demostrado que el verdadero problema de Boca es el propio Boca, que a Miguel Angel Russo le debe costar apoyar la cabeza en la almohada y dormirse con tranquilidad.

Lo de ayer fue una falta de respeto para la historia del club. Para aquellos que representaron la camiseta y elevaron el nombre de la institución, respetada y admirada en todo el mundo. Les debe haber dado vergüenza ponerse la misma casaca que usaron Riquelme, Palermo, Rojitas, Maradona, Mouzo, Giunta y Gatti, por mencionar algunos. Tristísimo.