La 'Unidad B' de Zidane no da la talla
Por Adrían Marcos
Zinedine Zidane se vio obligado a introducir rotaciones en el once del partido frente al Cádiz después del parón internacional y con la mirada puesta en el estreno en Champions League del miércoles y el Clásico del próximo sábado en Barcelona. Zinedine Zidane sacó a la conocida como 'Unidad B' que tan buenos resultados le dio temporadas atrás, pero tras un verano marcado por las salidas, las alternativas eran pocas y no estuvieron a la altura.
Nacho ocupó el lateral derecho ante las bajas de Carvajal y Odriozola por lesión, y se vio superado en el enfrentamiento que tuvo contra su hermano Álex, que tanto por dentro como por fuera fue uno de los más participativos de la primera mitad. Marcelo hizo lo propio para dar descanso a Mendy tras sus actuaciones con Francia y fue de menos a más, aunque tampoco dio mucho de si. El brasileño estuvo muy perdido en la primera mitad cuando se sumó al ataque y descuidó su lugar en defensa.
Kroos, Modric e Isco podrían ser perfectamente el trío titular en la medular, pero sin Casemiro en la retaguardia el equipo perdió consistencia. El brasileño es el pegamento que une a todo el equipo con su trabajo en defensa y sin él sufrieron tanto la medular como la banda izquierda. Tanto él como Valverde entraron en la segunda mitad evidenciando la necesidad de intensidad por parte merengue, el cansancio que acarrean el alemán y el croata, y el mal momento de forma que atraviesa Isco.
Y arriba la única novedad fue Lucas Vázquez, que completó la delantera habitual con Vinicius y Benzema. La banda derecha blanca, en ataque, no está claramente definida, pero si Zidane tenía dudas de quién si y quién no, esperemos que tras este partido le haya quedado claro al menos lo segundo. El gallego tuvo un disparo desde la frontal y ya, ni encaró, ni desbordó, ni centró bien, y además dejó a Nacho bastante solo en la fase defensiva.
Zidane trató de arreglar el desastre de la primera mitad con cuatro cambios en el descanso. El Cádiz dejó de atacar y se dedicó a defender el resultado ante los intentos blancos de batir a Ledesma. Fue entonces cuando a la falta de intensidad de los 45 minutos iniciales se sumo la falta de puntería que el Real Madrid acarrea desde hace tiempo. Primero sin ganas y después sin gol el conjunto blanco fue incapaz de revertir el marcador y llegó la primera derrota en LaLiga.