La única manera de que el América retenga a Renato Ibarra, es comprobando su inocencia

El América se encuentra sumergido en uno de los problemas institucionales más complicados de los últimos tiempos, pues tiene que decidir entre el valor ético que tiene como institución y la importancia deportiva que Renato Ibarra porta en sus pies (que además se vuelve millonaria por el valor del futbolista en el mercado).

Conflictos intrafamiliares y una presunta agresión a su esposa son los delitos que Renato enfrentó hace un par de meses y que lo pusieron con los dos pies en la cárcel por un momento, situación que provocó que las Águilas emitieran un comunicado explicando que a partir de ese momento, Renato ya no contaba más para el club y quedaba deslindado en el plano deportivo.

Esta fue la mejor postura que pudo tomar el club, pues cualquier jugador con conductas que violen los códigos del club debe ser deshecha de la institución; sin embargo, a las pocas horas de externar su posición, el juicio de Renato quedaba descartado debido a que su esposa retiró la demanda y declaró como inocente al futbolista del América.

Esta situación puso en predicamento a todo el club, tanto directivo, como deportivo, pues Renato no podía entrenar con el equipo (ni para tratar su lesión), pero seguía cobrando un sueldo y estando en la nómina del club, pues al ser declarado inocente, su vínculo contractual permanece intacto y es un empleado más de las Águilas.

En las últimas horas su situación oficial no se ha movido un ápice, pero han habido rumores que indican que ya puede entrar al club para tratar su lesión y Miguel Herrera ha declarado que si él recibe la indicación de poder utilizarlo, Renato contará para el Piojo como si nada hubiera pasado.

La situación es complicada porque legalmente Renato no ha hecho absolutamente nada y todo se podría interpretar como un malentendido, pero si el club se apegara a las decisiones legales, entonces nunca lo debió haber sancionado sin una resolución oficial.

Ahora el club se encuentra metido en un lío porque es dueño de un futbolista que tiene un valor aproximado a los 4 millones de dólares y está vetado oficialmente de la institución; sin embargo, su inocencia es el arma que necesitaba para continuar su carrera futbolística, aunque ahora el América parece haber dado un paso sin retorno.

La única vía para que Renato Ibarra pueda seguir jugando para las Águilas es probando su inocencia con hechos irrefutables más allá de una sentencia o demanda, pero aunque pudiera hacerlo y el América lo aceptara, la imagen del club y del jugador quedarían manchadas de por vida, porque la situación se desarrolló de forma muy extraña y especialmente porque el club tomó cartas en el asunto y lo marcó mucho antes que todos.

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