La tarea más importante que tiene Setién hoy es cuidar a Luis Suárez
El fútbol no siempre es un deporte. A veces, en la mente de los entrenadores, se convierte en un juego de rol. Los técnicos juegan al Risk a la conquista de territorios y suma de tropas. Otros prefieren el Civilization, el Age of Empires o cualquier entretenimiento que termine en disputa intersemanal. El ajedrecista Quique Setién es uno de los que más adora estos planes. Mover piezas a su antojo, rearmar fronteras, fomentar una guerra de desgaste moviendo el balón de un lado a otro y, cuando el rival ya no pueda más, atacar su agujero. Sin embargo, de nada sirve la fortaleza si nadie ataca. De nada sirve el toque si Luis Suárez no entra en el área.
La crisis del Barcelona estalló cuando la figura de Luis Suárez cayó. Un movimiento inesperado en el tablero y del que el ya olvidado Ernesto Valverde avisaba desde que se puso al mando. Experto en otra estrategia, pidió un delantero hasta que su garganta sangró, pero el río de sangre lo llevó más allá del Tibidabo. Ahora Quique Setién, con otro estilo, otras reglas del juego e incluso un tablero diferente, maneja sus figuras más allá del rey Messi. Sabe que el argentino es insuperable, pero si cae Luis Suárez, el equipo se posiciona al borde del abismo.
La directiva del Barcelona volvió a fallar y fichó a Braithwaite, otro jugador que puede jugar en cualquier posición ofensiva menos la de delantero centro. Luis Suárez vuelve a estar solo en una posición únicamente suya. El falso 9 no funciona en una plantilla tan robusta. No es el Barcelona de Guardiola ni la España del Mundial.
Luis Suárez se ha recuperado de su lesión antes de lo que muchos esperaban y Quique Setién se frota las manos ante la posibilidad de volver a reincorporar a su pieza maestra. Salvarla y colocarla sobre el tablero. Lanzar los dados y atestar el golpe final al campeonato. Sin embargo, el dado es azar y el azar es riesgo. No cuidar del charrúa puede suponer otra lesión y tener que afrontar el tramo final de temporada sin un delantero centro nato. Un jaque al rey continuo que puede terminar en jaque mate y partida para el Real Madrid, que acecha entre las sombras como el Demogorgon.