La remontada es un sueño aún más lejano que en 2017
Por Adrían Marcos
El FC Barcelona se vio superado por un París Saint-Germain que puso más intensidad, más fútbol y, sobre todo, más goles en el partido de ida de estos octavos de final de la Champions League. Kylian Mbappé, con su hat-trick, lideró al cuadro parisino, que tiene la eliminatoria de cara para la vuelta, el próximo diez de marzo, en el Parque de los Príncipes pues el 1-4 de ayer se presenta como un resultado muy difícil de remontar.
Si bien es cierto que el conjunto azulgrana sigue por delante en el balance de enfrentamientos ante los franceses con cinco victorias por las cuatro galas, la historia está en su contra. En la máxima competición europea el FC Barcelona protagonizó una remontada de este calado ante el Goteborg, no pudo hacer lo mismo ante Bayern y Valencia, volvió a repetir machada ante precisamente el PSG en 2017, y cayó ante la Juventus por lo que, siguiendo la serie, les toca perder.
Más allá de este ciclo que es mera curiosidad, la posibilidad de repetir la hazaña de hace varios años ante los franceses es muy remota y hasta los propios futbolistas, tras la derrota de ayer, se olvidaron de ese precedente mientras señalaban que es muy complicado dar la vuelta a la eliminatoria. La situación ha cambiado mucho desde aquella noche histórica tanto sobre el terreno de juego como alrededor del mismo.
En 2017 el partido de vuelta era en un Camp Nou repleto de aficionados culés que se volcaron con el equipo y con la MSN sobre el terreno de juego. El próximo diez de marzo el escenario será el Parque de los Príncipes que, aunque esté vacío, supone un impulso para el cuadro que dirige Mauricio Pochettino pues, sin lugar a dudas, el equipo será recibido por sus aficionados. Y de la MSN tan solo estará Messi con la camiseta azulgrana y Neymar en la grada animando al PSG.
Además el equipo francés ha crecido mucho desde entonces, hasta el punto de colarse en la final de la pasada Champions League y discutirle el título al Bayern de Munich. En 2017 el PSG aún no había logrado un resultado como ese, un fracaso de los que curten a un equipo sean o no los mismos futbolistas quienes se midan en tres semanas al FC Barcelona.
La goleada de ayer no es más que la confirmación de la falta de actitud y el mal rendimiento del FC Barcelona en las grandes citas de esta temporada. Los de Ronald Koeman no pudieron con el Real Madrid en el Clásico y tampoco con el Atlético o con el Sevilla en LaLiga. Además sufrieron para colarse en la final de la Supercopa de España y la perdieron frente al mismo Athletic Club al que habían goleado días antes.
La imagen mostrada anoche por los azulgranas tampoco ayuda a creer en la remontada. El equipo se vio muy superado en todas las facetas, con una defensa a la que regresó Gerard Piqué que si bien fue el que puso el orden, también fue el que salió retratado en varias jugadas decisivas del partido. Ni la defensa ni el ataque funcionaron y así la idea de lograr la remontada en París pasa de ser una posibilidad a un sueño y de un sueño a un milagro.