La misión europea de Setién en el Barcelona: vencer o morir
Barcelona ha sido arrasada. El ejército nacional ha aprovechado los huecos surgidos tras la defensa contra el virus conocido como covid-19 y ha entrado con todo a hacerse con el dominio de la Ciudad Condal. Todo comenzó con una guerra civil entre los propios barceloneses que llevó al Espanyol a Segunda División. Se celebró por despiste y, mientras llovían fuegos artificiales, el ejército blanco consiguió la frontera para arrebatar el trono liguero a los barcelonistas. Los blaugranas, con disputas internas entre sargentos y generales de mando, no pudieron hacer nada ante la brigada Bernabéu y sus aliados. Les arrebataron el título nacional.
La batalla por el trono nacional está perdida, pero falta otra por luchar, la europea. El general Bartomeu quiere expandir el imperio blaugrana por todos los confines del mundo, salvar al mundo del fútbol defensivo con el tiki-taka. Para ello, ha mandado una última misión al coronel Quique Setién, conquistar el continente. Es una misión a vida o muerte, si el cántabro la conquista, continuará en la armada y ascenderá a rangos más altos; sin embargo, si cae, morirá. Solo podrá volver vivo con el título. No conseguirlo es morir o el exilio.
No hay más alternativa. Bartomeu se ha cansado de hacer oídos sordos ante el grito popular y las quejas de los soldados rasos y el capitán, Lionel Messi. Ha escuchado sus quejas y la necesidad de cambiar de mando, sin embargo, da esta última oportunidad al coronel. La norma es sencilla, salir a vencer o ser sentenciado de por vida en el organigrama culé. No solo es lo más lógico, sino que es lo necesario. Solo la victoria europea puede salvar al territorio Camp Nou de la hecatombe.
Quique Setién ya se ha puesto el traje militar, con todas las medallas de honor de otras batallas y debe adiestrar a su plantilla. Su labor es más dura que la quedará por delante cuando salgan a la batalla. Debe apagar cualquier fuego y controlar la rebelión. Los culés andan escasos de personal y cualquier cabo es necesario para salir a la batalla. La visión imperial y la dictadura del tiki-taka les necesita. Será la última oportunidad.