La justicia no sirve en el fútbol
Por Quim Ferré
La eliminatoria entre el Real Madrid y el Paris Saint Germain fue una nueva demostración de que lo "justo" en el deporte rey es muy relativo. En ningún caso se trata de catalogar como injusta la clasificación de los merengues por contraposición, sino de recordar este concepto no tiene demasiada utilidad en una eliminatoria de 180 minutos.
El conjunto parisino vapuleó a los blancos en el primer asalto de los octavos de final de la presente Champions League. Dominó el esférico (57%), hizo más tentativas de remate a nivel global (22-3) y a portería (8-0), además de obligar a intervenir muchas más veces al cancerbero rival (7-0). Según datos de Flashscore, también superó a su rival en los ataques totales (146-80) y, dentro de los mismos, en los peligrosos (78-34).
En el Santiago Bernabéu, los franceses volvieron a dominar el balón (53%), pero se vieron superados en remates (21-12) y en los que fueron entre los tres palos (7-5). Ambos guardametas realizaron las mismas paradas (4) y los locales tuvieron una gran relación de ataques totales y peligrosos (105-103) frente a la de los visitantes (80-38).
Como podemos ver, la superioridad del Paris Saint Germain en la ida fue superior y, ante otros rivales, seguramente podría haber terminado con un resultado más amplio de cara a afrontar el segundo asalto. Si se entra a valorar el desempeño de ambos equipos en dicha contienda, seguramente se podría catalogar de resultado "injusto" por muchos. Pero lo cierto es que los blancos tuvieron una gran capacidad para aguantar los envites galos y sucumbieron por la mínima (1-0) con un tanto en el tiempo de descuento.
En la vuelta, el dominio fue para el Real Madrid, aunque estadísticamente menos notable que el de su rival en la contienda anterior. Aún así, supo traducirlo en una mayor superioridad en el marcador (3-1) gracias a un Karim Benzema inspiradísimo y un Gianluigi Donnarumma que estuvo lejos de disfrazarse de héroe como hizo Thibaut Courtois, aunque realizó alguna parada de enorme mérito.
Viendo cómo fue la ida, lo lógico era ver al Paris Saint Germain como muy favorito en la vuelta, más teniendo en cuenta que podía disfrutar de espacios ante un rival que partía por detrás en el marcador. Pero lo lógico, al igual que lo justo, muchas veces escapa más allá y termina pasando a un segundo plano en el mundo del fútbol.