La historia coloca al Real Madrid entre los favoritos a ganar la Champions
La Champions League empieza sin un campeón claro. Muchos equipos son aspirantes, desde clásicos a conjuntos que se han reforzado bien y con jugadores jóvenes estos últimos años y tienen posibilidades de dar la campanada. Sin embargo, solo unos pocos son candidatos a levantar la orejona, es decir, favoritos. Unos lo son por sus estrellas, otros por la confección de su plantilla y el Real Madrid por su historia. Porque no importa el momento, la plantilla ni el presupuesto, el conjunto del Santiago Bernabéu siempre estará entre los favoritos a ganar la Champions League.
El París Saint-Germain y el Manchester City no han ganado nunca la Champions League, pero son candidatos por la inversión y la recolección de estrellas de sus plantillas. El Atlético de Madrid tampoco se ha coronado nunca, pero ha confeccionado una plantilla muy completa y puede aspirar a todo. El Manchester United es favorito por sus fichajes, su once y su historia. El Bayern se suma a la lista de favoritos por su trayectoria, su historia y su equipo, muy completo. Y luego está el Real Madrid, en el mismo escalón que todos ellos e incluso medio paso más arriba, porque el Santiago Bernabéu huele a territorio europeo.
El Real Madrid no tiene la mejor plantilla de Europa. Su once de estrellas ha envejecido y Modric y Kroos, aunque siguen siendo muy buenos, ya no abarcan tanto protagonismo como hace un lustro. Además, se han debilitado en defensa con la salida de Ramos y Varane. Solo mejoran en ataque, con un Vinícius inconmensurable y con Karim Benzema, que está a la altura del Balón de Oro. ¿Cómo puede el conjunto blanco ser favorito en una competición con equipos con plantillas como el PSG? Por el peso de la historia. Al Real Madrid nunca le temblarán las piernas por una final y se motivará en la adversidad para vivir otra noche de gloria madridista.
El Real Madrid suena a rey de Europa. El Santiago Bernabéu es el templo del fútbol europeo, el recuerdo de la leyenda, la grandeza y la imposición del imperio madridista, que ha conquistado, terreno por terreno, todo el continente en trece ocasiones. Nadie le hace sombra y la historia también juega. El rival tiembla cuando ve enfrente la camiseta blanca merengue. El jugador local se motiva con el recuerdo de aquellos que ya la vistieron antes y la grada que empuja porque se sabe y se siente campeona. Una atmósfera que solo rodea Madrid, un himno madridista.