La grandeza del América, intacta tras la caótica salida de Miguel Herrera
Por Carlos Alberto Pérez García
El América cerró el 2020 de la peor forma posible, pues además de sumar cuatro derrotas consecutivas por primera vez en 12 años, el equipo se fue humillado de la Concachampions y la directiva terminó por despedir al entrenador más laureado de su historia.
El paso de Miguel Herrera por el América siempre pregonó grandeza, algo de soberbia y muchas victorias. De hecho, a pesar de no conseguir una gran cantidad de títulos en los tres años y medio de su segunda etapa, si de algo se encargó el 'Piojo' fue de mantener la exigencia de equipo grande en cada partido, por lo que en ese ámbito no debería tener ningún reclamo.
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Es un hecho que su cierre nuevamente fue penoso y se da tras una pelea en los banquillos, con empujones, jalones y muchos insultos; sin embargo, esta vez es difícil no creer que los problemas extracancha fueron una excusa de la directiva para rescindir el contrato recién renovado de Miguel.
La imagen de grandeza del club no queda manchada por el fracaso de Concachampions ni por la pelea durante el entretiempo. El despido de Herrera es el mayor ejemplo de que la exigencia continuaba siendo máxima y que no se iban a tolerar ese tipo de espectáculos, mucho menos si los resultados no acompañaban a las Águilas.
Al final del día, Miguel abandona el club y lo deja como el máximo ganador en Liga, Copa MX y Concacaf. Los dos primeros torneos gracias a títulos conseguidos bajo su gestión, por lo que en ese ámbito no hay mucho qué reclamarle, más allá de la necesaria ambición de conseguir más.
Lo que sí debe quedar claro es que, una vez más y a expensas de lo que pase en el 2021, el América vuelve a demostrar la exigencia que lo tiene como el equipo más grande de México, esa que tiene tatuado el lema de "nadie está por encima de la institución". Eso nuevamente queda intacto y los próximos éxitos solidificarán esa mentalidad.
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