La exigencia del América era ganar los tres clásicos, no evitar la derrota

Se ganó contra Chivas y se empató con Cruz Azul y Pumas. ¿La lectura final de Miguel Herrera? Que el América obtuvo el 53% de los puntos, o dicho de otra forma, que el América no pudo ganar dos de los tres clásicos que disputó.

Esta es la mentalidad que purga en el aficionado más recalcitrante del América, esa que raya en el resultadismo y que se aleja de las tradiciones voraces de las Águilas, aquellas que exigían aplastar al odiado rival cuantas veces fueran necesarias y donde se daba por entendido que algo distinto a la victoria era casi intolerable.

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En Coapa no caben las excusas, y por más difícil que sea medirse a cualquier equipo, el discurso final no puede ser conformista. Se necesita la exigencia que ha convertido al América en el equipo más ganador de México y que Miguel Herrera lo replique en rueda de prensa y al interior del vestidor, porque solo de esa forma se construyen los verdaderos valores de esta institución histórica.

Es bueno no perder, porque las derrotas calan en lo más profundo del aficionado americanista, pero de ahí a estar satisfecho con el resultado existe un mundo de diferencia. Si algo ha hecho a este equipo el más odiado del país, es la soberbia que pregonan sus jugadores, afición y entrenadores, esa que no se puede perder y que cada fin de semana deben replicar los protagonistas.

El equipo de Miguel Herrera se ubica en la tercera posición del campeonato con 25 puntos y todavía tiene al León y Tigres en el panorama, pero las sensaciones generales son de inconformidad, porque este equipo no encuentra regularidad, los cuatro clubes que completan el Top 5 de la clasificación lucen más fuertes que el América y ahora ni los 'clásicos' contra rivales inferiores se pueden ganar.

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