La consagración de João Félix en el máximo escenario
El Atlético de Madrid necesitaba una estrella. Antoine Griezmann voló del nudo con un vuelo que se sintió como traición en las corrientes del Manzanares. El francés no dejó ni un talón rojiblanco. Ese mismo verano, sin embargo, llegó un bebé en una cesta desde Portugal. Muchos vislumbraban en su cara la tez de un semidiós, pero nadie se atrevía a pronunciarlo. Ese niño llamado João Félix hoy ha demostrado que es ese ídolo que todos los amantes de las rayas rojas y blancas de los colchones estaban buscando.
O’ Menino debía crecer. Primero tenía que adaptarse a la vida fuera de Portugal, lejos de su núcleo de confianza y su zona de confort. Una vez conseguido, su tarea era aclimatarse a Madrid y al ritmo desenfrenado de la ciudad. Tras esto, tocaba trabajar y competir en el sistema Simeone, así como sudar con los entrenamientos del Profe Ortega. Una fase de adaptación que ha durado un año. Ya ha finalizado.
João Félix ha superado todas las etapas planeadas por los rojiblancos y se ha consagrado como la estrella, el ídolo, el dios del Atlético de Madrid. El futbolista brilla cada vez que pisa el terreno de juego, pero hoy, ante el Red Bull Salzburg, ha ido un paso más allá. Santo y seña del Atleti, ha estrellado una chilena en el larguero y ha anotado dos goles para la victoria de los suyos.
El partido de hoy no es y no puede ser una excepción. El luso que vino a seguir el legado de Futre y que debe cambiarlo todo ha hecho brillar hoy varias estrellas en el cielo, no se pueden apagar. En una temporada atípica, con Barcelona y Real Madrid de capa caída, puede dar un golpe sobre la mesa y llevar al Atlético de Madrid a convertirse en el mejor club de España.