La catastrófica actuación del árbitro y el VAR que perjudicaron al Cruz Azul ante Toluca
Por Benjamín Guerra
Vaya actuación para el olvido de Fernando Hernández y el VAR el pasado domingo 14 de agosto en el partido correspondiente a la jornada 8 del torneo Apertura 2022 entre Cruz Azul y Toluca.
Las decisiones arbitrales y las intervenciones del VAR terminaron por destrozar un partido entre dos buenos equipos que buscaban las tres unidades y finalmente terminaron por perjudicar a la Máquina debido al caos que se vivió en el partido, en un juego el que parecía que terminaría en empate, finalizó 2-3 a favor de los escarlatas por un penalti.
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El comienzo de la polémica
En los últimos 10 minutos finales del tiempo regular y parte del tiempo añadido, fue donde se desató la controversia, apenas en el minuto 81. Rodrigo Huescas había puesto el marcador empatado 2-2 y se habían tardado hasta cuatro minutos en darlo como bueno.
Posteriormente, al minuto 88 el VAR llamó a Fernando Hernández para señalar un posible penalti, así como una expulsión al guardameta Sebastián Jurado, y fue ahí donde la polémica volvió a invadir al arbitraje mexicano y el VAR.
Después de revisar la jugada que señaló el VAR al árbitro, Hernández tomó la decisión de señalar penalti a favor de los Diablos Rojos y expulsar a Sebastián Jurado por el pisotón que le dio a Haret Ortega en su área que se originó por un rechace áereo en el que al momento de aterrizar no pudo evitar caer sin tocar al adversario.
Una vez analizado todo el contexto, es evidente no poder criticar todas las decisiones de los jueces del partido, es que es absurdo e ilógico lo que ellos se plantean, y cómo es posible que no sean capaces de hacer una evaluación de la jugada en tiempo real.
Está claro que si en una fotografía o la cámara lenta ves la entrada de Jurado a su rival, vas a marcar penalti y darle su respectiva expulsión, pero hay que ser consientes de que la intención del portero no es la de lastimar al rival ni sacar ventaja.
La jugada que originó esa entrada fue totalmente futbolera con la intención de jugar el balón, por lo que por simples temas de gravedad sus pies tienen que caer sobre una superficie, y el haber herido a Haret Ortega fue algo totalmente circunstancial, un simple accidente que desafortunadamente no se pudo evitar, por lo que no se debe de tachar de una intención de dañar al rival.
No es la primera ocasión que una situación como esta sucede y los árbitros deben ser mejor asesorados y preparados a la hora de determinar estas decisiones que pueden hechar a la basura cualquier partido.
Al final, el mayor afectado fue el equipo local que sufrió la expulsión de su portero y al no tener cambios, colocó a un jugador de campo en la portería y, además, les señaló un penalti en contra que redujo de por si, sus intenciones de igualar el marcador en los pocos minutos de partido que restaban.