La anécdota de Raúl en la 'Novena': "Metí el gol con el dedo dormido"
Por Adrían Marcos
El ex-capitán del Real Madrid fue el principal protagonista en la clausura de la Semana Blanca de la Escuela Universitaria Real Madrid Universidad Europea, que este año se ha llevado a cabo de manera telemática, y no defraudó a los presentes a la hora de hablar de su trayectoria.
Raúl González se centró, como no podía ser de otra forma, en su paso por el conjunto blanco y aprovechó para contar una historia que probablemente pocos conocían.
La final en la que los blancos se hicieron con la Copa de Europa por novena vez será siempre recordada por el mágico gol de Zidane, que ha pasado a la historia como uno de los mejores de la historia de la competición. El francés firmó el gol de la victoria en un partido que terminó 2-1 para los blancos, pero fue Raúl quien abrió el camino hacia el título con un gol que llevaba su sello particular.
Raúl aprovechó un saque rápido de banda para adelantarse a la defensa y batir al portero rival con un remate tan poco ortodoxo como útil, lo que no sabíamos es la particularidad del mismo: “El día antes de la final de Glasgow, Iván Campo me pisó y el día del partido no podía ni ponerme la bota. Le dije al doctor que me hiciese lo que sea para jugar. A veces ocurren estas cosas. Una hora antes de calentar el doctor me pinchó en el dedo y me lo dejó dormido, por eso disparé tan mal. Metí el gol con el dedo dormido. Es una buena anécdota”.
Después de 16 temporadas vistiendo de blanco Raúl no fue capaz de quedarse con un único momento, aunque destacó varios: "Está el día del debut, que se cumple tu sueño desde niño. Otro, a nivel más de club, fue la Séptima. A nivel personal, la Copa Intercontinental ante el Vasco de Gama, que hacía mucho que no se ganaba. Por el gol que marqué y porque también fue un salto en mi carrera a nivel internacional”.
El '7' del Real Madrid se centró especialmente en la consecución de la 'Séptima' en 1998:
“La final de la Séptima fue muy bonita porque llevábamos 32 años sin ganar la Copa de Europa. Éramos un equipo nuevo y, pese a que fue una temporada tan irregular, en nuestra cabeza había algo diferente cuando jugábamos la Champions [...] Lo teníamos muy difícil, pero había algo de magia en lo que habíamos hecho en esta competición. En los días anteriores, el equipo estaba muy mentalizado y con confianza en que se podía conseguir. Fue un hecho histórico y recuerdo el recibimiento a la vuelta en Madrid. Ganamos tres Copas de Europa, pero esa fue especial".
Finalmente Raúl habló sobre su primera temporada como técnico en el Real Madrid Castilla, una campaña que no ha podido concluir de la forma tradicional, dejando a los blancos cerca de optar al ascenso. “Tengo la oportunidad de ser entrenador y enseñar lo que significa el Real Madrid e inculcar los valores que me transmitieron cuando llegué. El ADN es ganar, jugar bien y formar buenas personas; ese es el trabajo que hacemos en la cantera”, comentó para concluir.