Jovic no encajó en el Real Madrid
Hoy se ha hecho oficial lo que una gran parte del madridismo deseaba: Luka Jovic coge la maleta y se marcha del Real Madrid. El delantero de los sesenta millones de euros vuelve cedido al Eintracht de Frankfurt y será recordado como uno de los grandes fracasos de la gestión de Florentino Pérez en su segunda etapa. Sinceramente, era lo mejor que podía pasar. El serbio no ha encajado en la capital y los prejuicios sobre su fútbol eran una carga demasiado pesada para su espalda.
Luka Jovic no se ha ganado un puesto en el Real Madrid ni dentro del césped ni fuera de él. La camiseta blanca exige una profesionalidad mucho mayor que la que ha demostrado el serbio y solo permite deslices a jugadores con una gran calidad técnica. Jovic no ha tenido un desliz, sino que ha tenido varios, sobre todo durante la pandemia, en un momento en el que la población necesitaba ser más responsable que nunca y que los jugadores, como carga añadida, debían dar ejemplo. Jovic no se lo tomó así y hasta fue acusado en su país por saltarse el confinamiento.
El serbio no es el primer jugador que se pierde fuera del estadio. Guti, Roberto Carlos, Ronaldo… un incontable número de futbolistas que han defendido la elástica blanca han sido fieles a la noche o a otras escenas no aptas para profesionales. Sin embargo, ellos sí estaban en la cancha. Pisaban el terreno de juego y las flores crecían a sus pies. Dos toques de balón sobraban para levantar el respetable de su asiento. No ha sido así con Jovic. El delantero se ha perdido en el terreno de juego, se le ha hecho grande y no ha aportado nada que consiguiera despertar el entusiasmo madridista.
Dada esta situación, lo mejor que podía ocurrir ha pasado. Jovic hace la maleta, se marcha del Real Madrid y vuelve a Frankfurt, el club en el que encontró su mejor fútbol y se casó con el gol. Necesita tranquilidad y recuperación para encontrar un buen equipo la próxima temporada. Eso sí, rinda como rinda, no puede volver al Santiago Bernabéu.