Josep María Bartoméu ha manchado el nombre del FC Barcelona

En el barceonismo no hay una semana tranquila. Cuando parecía que el nombre de Josep María Bartomeu era cosa de un pasado reciente que tratan de olvidar y de remediar, el Barçagate ha estallado en mil pedazos.

Al que hasta hace unos meses era el presidente del conjunto azulgrana le ha salido muy caro defender su gestión al frente del FC Barcelona. Tanto que ha sido detenido por los Mossos d’Esquadra junto a Óscar Grau, Román Gómez Ponti y Jaume Masferrer dentro de esa operación Barçagate. Culpable o no, Bartoméu se ha quedado sin argumentos para justificarse ante el barcelonismo y su detención escenifica la deriva institucional que ha seguido el Barcelona en los últimos años y que ha sumido al club en una profunda crisis. Y aunque ya no sea el presidente, el nombre del Barça ha quedado manchado por sus acciones.

Su gestión al frente del club se volvió indefendible desde el momento en el que necesitó contratar a una empresa,  I3 Ventures, para difamar a personajes relacionados con el club e incluso jugadores de la plantilla que no estaban de acuerdo con su gestión y desacreditarles a través de las redes sociales. Si un presidente llega a traspasar esos límites es que algo no está haciendo bien. Esa defensa imposible de sí mismo y de su gestión es lo que ha llevado a ser detenido, y cuando las voces críticas del barcelonismo alzaban la voz en contra del hoy expresidente no les faltaba la razón.

Las arcas del club ya estaban lo suficiente mermadas tras tirar el dinero en decenas de fichajes que no han dado resultado y se han acabado marchando por la puerta de atrás, como para encima desviar fondos sin pasar por la junta directiva sólo para lavar tu imagen pública. A Bartomeu le quedó muy grande ser el máximo responsable del FC Barcelona y se le fue de las manos. Si quería utilizar al Barcelona para dar ese cambio de imagen y hacer su nombre más grande, al final lo que ha conseguido es arrastrar al club y su propio nombre por los suelos. El Barcelona no se merece haber tenido un presidente como él y su paso por el club será recordado por esa detención. Una imagen que abochorna a todos los barcelonistas y que esperan poder olvidar por e bien de la entidad y del fútbol.

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