Improvisado, sin plan y sin patear al arco: el Boca de Miguel Ángel Russo tocó fondo con la derrota ante Talleres

FBL-ARG-BOCA-TALLERES - Miguel Ángel Russo, con rostro preocupado.
FBL-ARG-BOCA-TALLERES - Miguel Ángel Russo, con rostro preocupado. / ALEJANDRO PAGNI/Getty Images
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Hay datos que no dicen nada y hay datos que lo dicen todo: en la derrota 1-2 ante Talleres por la sexta fecha de la Copa Liga Profesional 2021, Boca Juniors no pateó al arco ¡ni una vez! en los 90 minutos de partido.

Bueno, una mala noche la puede tener cualquiera, podría decir un optimista y algún defensor del entrenador Miguel Ángel Russo, aunque la estadística toma aún más trascendencia si tenemos en cuenta que al "Xeneize" no le ocurría algo así desde 2015: tuvieron que pasar 257 encuentros para que volviera a suceder una catástrofe futbolística de este estilo.

Más allá de los dos torneos locales que logró desde su llegada la institución para este ciclo, lo de Russo como DT en Boca ya es insostenible. No le encuentra la vuelta al equipo, nadie sabe a lo que juega, no tiene una IDENTIDAD.

Además de no haber podido ganar en La Bombonera en 2021, reducto temido por todos los equipos (es verdad que no hay público, pero igual el club azul y oro debería imponer condiciones allí), con cinco empates y una derrota allí, Boca no encuentra los caminos para lastimar a los rivales, no te tira la chapa encima, no mantiene una regularidad para decir "Este es el Boca que conocemos".

Generalmente un entrenador encuentra el XI titular, o al menos su estructura, luego de algunas semanas de haber asumido un plantel: Russo lleva 15 meses y todavía no lo ha encontrado.

Que Capaldo de 4, que Lisandro López e Izquierdoz, que Zambrano, Rojo, que Fabra o Mas, que cómo conformo el doble cinco, que Villa por derecha, por izquierda, que Tevez de 9, que le sigo dando chances a Soldano y a Zárate, que Ábila de goleador a borrado... son muchos aspectos donde el "Xeneize" no encuentra respuestas, donde ni los jugadores ni el DT encuentran el camino.

Por más pergaminos que pueda tener Miguelo por ser el último entrenador campeón de la Copa Libertadores con el club, por más recorrido que haya tenido en el fútbol, por más que la relación con el Consejo de Fútbol sea ameno... los resultados y el juego mandan, y en la actualidad Boca no tiene ninguno de los dos. Es hora de que Russo acepte que no ha detectado el rumbo y lo comunique. A veces hay que saber decir adiós.