Iker Casillas, de colgar las alas a dárselas a los que más lo necesitan
Por Adrían Marcos
Iker Casillas es toda una leyenda del Real Madrid, sobre todo después de anunciar su precipitada retirada, y ahora regresa al club que le vio crecer, desplegar sus alas, llegar a lo más alto y volar en busca de nuevos retos. El club anunció la vuelta del portero para sumarse a la Fundación como adjunto al director general como uno de los máximos representantes de los valores del club, que el mismo fue adoptando cada día que viajaba desde Móstoles a la antigua ciudad deportiva.
La salida del guardameta, como él mismo y muchos de sus amigos reconocen en su reciente documental "Colgar las alas", no fue ni mucho menos bonita y el propio Iker reconoce sentirse mal cuando ve las imágenes de ese día. Casillas se marchó entre lágrimas, "por la puerta de atrás" como dicen muchos, sin recibir el homenaje que merecía y bajo una nube de críticas por cierta parte de la afición tras sus discrepancias con Mourinho, que tampoco se muestra orgulloso de esa situación.
Sin embargo, el madrileño no guarda rencor alguno al club, sino todo lo contrario, y por eso vuelve para ayudar en todo lo que esté en su mano en uno de los departamentos más ilusionantes de toda la estructura merengue. La Fundación Real Madrid organiza campus y clinics alrededor del mundo, tiene escuelas sociodeportivas que luchan por la igualdad y la inclusividad, y contribuyen a expandir los valores del club en numerosos eventos benéficos dentro y fuera de España.
Después de recorrer el planeta luciendo la camiseta del Real Madrid, de levantar decenas de trofeos y convertirse en uno de los grandes símbolos del club en este Siglo XXI, Casillas dejará cambiará la equipación por la ropa de calle o incluso el traje cuando sea necesario. Y lo hará para ayudar en la mayor medida posible en todos y cada uno de los proyectos de la institución alrededor del mundo, sin importarle mancharse las manos o la ropa regalando alguna estirada de las suyas.
"Colgar las alas" significa decir adiós y "dar alas", animar o estimular a una persona a que realice lo que pretende. En Oporto Iker voló junto a los 'Dragones' y después de que un infarto le cortase las alas, decidió colgarlas, y ahora, en el club de su vida, podrá dárselas a todos aquellos que necesitan un empujón, a los que sueñan, a los que más las necesitan.