Ibrahima Konaté, un defensor central que debes tener en tu Ultimate Team del FIFA 21
Por Quim Ferré
El zaguero del RB Leipzig tiene una carta en el Team Of The Week 7, tras marcar ante el SC Freiburg, con 82 de media, destacando su 78 de ritmo, 73 de regate, 84 de defensa y 82 de físico con 1'94 metros de altura. Además, su precio actual de 38.000 monedas en PlayStation y 40.250 en Xbox le convierte en interesante para un equipo de Ultimate Team de la Bundesliga o de futbolistas franceses.
Ibrahima Konaté resulta un efectivo ideal en Ultimate Team para pelear con delanteros corpulentos que, además, rara vez le superarán en velocidad en el juego salvo casos contados como los de Romelu Lukaku o Erling Halaand, por mencionar algunos. Además, algunos con menor fortaleza pero con mucha más velocidad pueden sufrir gracias a su fuerza. Vemos algunas de sus virtudes y defectos de su único IF.
VIRTUDES
Una de las primeras que apreciamos es su velocidad en carrera (83). Resulta complicado encontrar un central de 1'94 de altura y 95kg de peso que no sea lento y pesado, pero en él lo tenemos. Nos ofrece también cierta seguridad en el pase en corto (82) y un mínimo de agilidad (70), algo nada destacado en otro tipo de jugadores pero sí en uno con sus medidas.
El control de balón y el regate (74) también sorprenden, dado que suelen ser estadísticas relacionadas a futbolistas más móviles. Tiene un nivel correcto de compostura (79) tras los duelos físicos y en defensa ningún atributo baja de 80, destacando especialmente la entrada (89). Su agresividad (81) y fuerza (87) lo convierten en un dolor de cabeza para el rival a la hora de pelear el balón.
DEFECTOS
La aceleración (72) se queda algo corta en relación a la velocidad, con lo que el buen ritmo alcanzado con la carrera empezada puede resultar inservible si le han sacado ventaja en los primeros pasos. El efecto en el pase (35) provoca que sus entregas sean muy planas, así como cierta dificultad a la hora de filtrar pases en presión por su poco crossing (41).
Sorprende también, de forma negativa, que un portento físico como él tenga tan poco equilibrio (59), además de una resistencia reducida (71) que puede obligar a sustituirle en los minutos finales si no se quiere sufrir contra un revulsivo eléctrico. Menos preocupante es su salto (78), dado que rozando los dos metros de altura no necesita grandes esfuerzos aéreos para imponerse por arriba, o todas sus estadísticas de disparo, puesto que apenas buscaremos portería con él salvo en los saques de esquina.