Guardiola volvíó a superar a Zidane en todos los sentidos

Pep Guardiola venció a Zidane en todas sus batallas
Pep Guardiola venció a Zidane en todas sus batallas / Pool/Getty Images
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El Manchester City arrolló al Real Madrid en la eliminatoria y, más allá de los fallos individuales, los dos entrenadores tuvieron buena culpa de lo que sucedió sobre el terreno de juego. Los ingleses fueron mejores en el Santiago Bernabéu y se llevaron una merecida victoria que condicionó el partido de vuelta. Y en el Etihad Stadium, de nuevo, Guardiola le ganó la partida a Zidane sin darle ninguna oportunidad, superándole en cada batalla en un escenario que le vino grande.

El Real Madrid sucumbió ante el Manchester City
El Real Madrid sucumbió ante el Manchester City / Pool/Getty Images

El triunfo de los 'citizens' en el día de ayer comenzó horas antes, o incluso días antes, cuando ambos decidieron las alineaciones. El francés apostó por su clásico 1-4-3-3 para atacar las bandas y el catalán por el 1-4-3-3 con Foden como falso nueve para, un día más, jugar al gato y al ratón con los tres hombres de arriba y la defensa del Real Madrid. Guardiola cumplió su misión con creces y Zidane apenas pudo incomodar a los locales con cuatro disparos a puerta.

Desde el minuto uno quedó claro que el planteamiento del galo no iba a tener éxito, los blancos tocaron durante casi dos minutos entre los hombres de la defensa ante la presión del Manchester City en una tónica que se repitió durante gran parte de la primera mitad. Y fue precisamente esta idea de salir con el balón jugado ante la presión local la que condenó al equipo al primer tanto rival con el fallo de Varane, que se veía venir.

Varane falló en los dos goles del Manchester City
Varane falló en los dos goles del Manchester City / Eurasia Sport Images/Getty Images

Zidane no parece haber aprendido la lección por mucho que haya visto jugar a los equipos de Guardiola. No se puede ganar al técnico de Sampedor en su juego, es imposible dominar la posesión, tocar el balón, hacer fuir el juego... mejor que un equipo de Pep. Y ayer el Real Madrid pretendió ser el Manchester City de Guardiola y el conjunto 'citizen' se convirtió en el Real Madrid.

La presión alta, la intensidad en las marcas para provocar el fallo, el aprovechamiento de los errores y los contragolpes son algunas de las clásicas fórmulas que han utilizado tanto el cuadro blanco como otros equipos para batir a Guardiola y el técnico ayer las aprovechó todas a su favor. La manera de saltar al terreno de juego del Manchester City hizo parecer que eran ellos quienes necesitaban la remontada y no su rival.

Luka Modric desolado tras el segundo gol del City
Luka Modric desolado tras el segundo gol del City / Robbie Jay Barratt - AMA/Getty Images

La única batalla que el francés ganó en todo el partido fue la que enfrentó a Rodrygo, una sorpresa que ni el brasileño esperaba, frente a Cancelo. Zidane aprovechó la debilidad defensiva del portugués para atacar por su banda en las pocas ocasiones que tuvo y así llegó el gol merengue, pero poco más que destacar por parte del galo.

Los fallos de Varane condenaron al Real Madrid, pero desde el banquillo tampoco hubo reacción. Zidane incorporó a Asensio por Rodrygo, hombre por hombre, para refrescar ese flanco débil por el que pretendía atacar, pero se olvidó del cansancio de Modric y Hazard, que aguantaron 60 minutos corriendo detrás del balón. Las sustituciones en el minuto 83, con la eliminatoria prácticamente decidida fueron incomprensibles.

Vinicius, como Ramos y Marcelo, no pudo hacer más que ver el partido desde la grada
Vinicius, como Ramos y Marcelo, no pudo hacer más que ver el partido desde la grada / Pool/Getty Images

Lucas Vázquez entró por Carvajal, Fede Valverde por Modric y Jovic por Hazard. Zidane acertó con los jugadores a reemplazar, pero no con los que debían entrar. Ni rastro de Vinicius, el futbolista más desequilibrante de todo el equipo, el revulsivo por excelencia para cualquier equipo, un jugador que siempre busca el área, que corre, que encara... y que ni siquiera calentó en un partido en el que se le esperaba incluso como titular.

Mientras tanto Guardiola solo tuvo que ir haciendo ligeros retoques. Bernardo Silva por Foden para colocar a Gabriel Jesús como nueve. Un minuto pasó entre el cambio y el segundo tanto del Manchester City, que tuvo mucho de fallo de Varane, pero también de perseverancia del brasileño. Y después Silva por Sterling para tener aún más control del centro del campo y Otamendi por Rodri, que se retiró con molestias, para reforzar la defensa y de paso perder algo de tiempo. Gran gestión.

Zidane pretendió vestirse de Manchester City y Guardiola supo como ponerse la camiseta de trabajo, la que debió llevar el Real Madrid, para superar al francés en todos los aspectos, para demostrar que no hay quien le gane en su juego. Y después de pitido final, en privado pero ante la atenta mirada de las cámaras, Guardiola, como buen amigo, le dio a Zidane la segunda lección de la noche.