Gennaro Gattuso nos calló la boca, le ha sacado el carácter de Hirving Lozano

Paolo Rattini/Getty Images
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El momento de Hirving Lozano en Italia ha cambiado drásticamente en las últimas tres semanas, pues pasó de estar prácticamente borrado para Gennaro Gattuso, a comenzar a ser el primer revulsivo del equipo. Lo mejor es que si continúa en esta línea ascendente, pronto podrá ser titular en algunos partidos.

Este nuevo Chucky tiene un artífice de fondo y ese es ni más ni menos que el entrenador Gattuso, la leyenda del Milan que a su manera le cambió la cara al Napoli y de paso mejoró a Hirving Lozano, pues dejó atrás su faceta de villano para demostrarle a todo México que siempre supo lo que hacía con la todavía promesa mexicana.

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Francesco Pecoraro/Getty Images

No sólo le impregnó carácter luego de seis meses afrontando frustraciones, sino que este tiempo significó una mejora sustancial en el desarrollo táctico del Chucky, algo de lo que siempre se quejó Gattuso y que hasta la fecha le sigue costando para tener un espacio entre la oncena titular.

Hirving aprendió a la mala que la élite europea no se compara con la exigencia que tenía en Holanda y mucho menos con lo que vivió en Pachuca. Encima le tocó un entrenador que no solapa medianías y marca de forma directa los errores, por lo que tuvo que aguantar casi 200 días el peso de una voz autoritaria, pesada y hasta prepotente, pero con la gran diferencia de tratarse de un bicampeón de Champions y campeón del mundo.

Paolo Rattini/Getty Images

¿De qué forma le tenía que responder Lozano a un hombre que alcanzó la gloria como futbolista y que fue un referente de todo el fútbol italiano? Pues de la única posible: escuchando, entrenado y mejorando, porque de otra forma iba a continuar borrado.

Al final lo que consiguió Gattuso fue conformar un nuevo jugador, mucho más comprometido a la presión conjunta, con sacrificio en defensa y mucha hambre de demostrar, algo que solo se consigue haciéndole creer que se enfrente ante la adversidad. Aún le quedan muchas lecciones qué aprender al Chucky, pero desde ahora ya tiene que estar agradecido con su director técnico por enseñarle al más puro italiano que correr al espacio no es la única forma de jugar fútbol.


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