"Ganar, ganar y ganar, y volver a ganar"

El Atlético de Madrid se gana a pulso la etiqueta de favorito
El Atlético de Madrid se gana a pulso la etiqueta de favorito / Denis Doyle/Getty Images
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Sin duda alguna Luis Aragonés es una de las principales figuras en la historia del Atlético de Madrid por su legado tanto siendo futbolista como técnico, y su filosofía caló antes que la de un Diego Pablo Simeone que ahora está siendo capaz de aplicarla en su "partido a partido". Los colchoneros son líderes de LaLiga de forma incontestable y después de su último triunfo ante el Sevilla mandan un mensaje claro a sus rivales: no importa a quién, no importa cómo, solo importa ganar.

El conjunto rojiblanco había sido superior en todos sus encuentros de esta temporada en la competición liguera exceptuando el derbi ante el Real Madrid y así había logrado conceder tan solo esa derrota ante los blancos. El equipo era capaz de someter a sus rivales y, con más o menos puntería, lograr puntos que años atrás se escapaban por culpa de errores, pero ayer fue el Sevilla quien dominó ante un Atlético que recordó más que nunca al de 2014.

El Atlético de Madrid se impuso al Sevilla como un campeón
El Atlético de Madrid se impuso al Sevilla como un campeón / PIERRE-PHILIPPE MARCOU/Getty Images

Aquel año los de Diego Pablo Simeone terminaron levantando el trofeo y alcanzando la final de la Champions League con un fútbol totalmente pragmático y eficiente. Y ese fue el Atlético que se vio ayer en el Wanda Metropolitano, dejando que el Sevilla tuviese la posesión y se acercase a su portería, haciendo un fortín de su área y convirtiendo en goles dos de los cuatro tiros a puerta de los que dispuso a lo largo de los 90 minutos.

Esta manera de ganar, tan diferente a la mostrada durante el resto de la temporada, no es más que otra muestra de una de las grandes virtudes de los rojiblancos esta temporada, la versatilidad. Más allá de los diferentes esquemas utilizados por Simeone este curso, el Atlético de Madrid es capaz de adaptarse a cualquier situación ya sea proponiendo el ritmo o dejándose llevar, en un partido de ida y vuelta o ante la calma del toque, y así pocos rivales se resisten.

Y buen ejemplo de esto último es que los colchoneros ya son campeones de invierno, con una jornada aún por disputar y dos encuentros menos que sus rivales directos, Real Madrid y FC Barcelona, a quienes aventajan en cuatro y siete puntos respectivamente. Si bien es cierto que ni merengues ni culés están firmando una gran temporada, la sensación es de que el Atlético de Madrid está muy por encima de ellos en lo que a fiabilidad se refiere.

Los de Diego Pablo Simeone suman 13 triunfos, dos empates y tan solo una derrota en LaLiga, salvando partidos que otros cursos se atragantaban como ante Alavés o Getafe, imponiéndose como los campeones, en minutos decisivos o por inercia. El año de transición quedó atrás incluso en los discursos de Simeone, que sigue sin aceptar la etiqueta de favorito, pero reconoce el buen hacer de los suyos como equipo.

Simeone lidera al equipo desde el banquillo y Koke en el campo
Simeone lidera al equipo desde el banquillo y Koke en el campo / Soccrates Images/Getty Images

Precisamente eso, equipo, es lo que hace a este Atlético tan especial y le presenta como principal candidato al título. Las piezas han terminado de encajar a la perfección e incluso futbolistas casi desterrados como Hermoso o Lemar son ahora titulares, por no hablar de Carrasco, que regresó como un hombre nuevo, y Marcos Llorente, que ha pasado del banquillo al estrellato como un jugador totalmente diferente tras su reconversión y su gran noche en Anfield.

Y el equipo, unido tanto dentro como fuera del campo, rema en una misma dirección bajo las órdenes de Simeone. Oblak es el mayor seguro de vida posible en la portería con solo seis tantos encajados; la zaga, sea de tres, de cuatro o de cinco, está intratable; en el medio Koke ha resucitado para convertirse en dueño y señor del equipo; y arriba, entre Llorente, João Félix y Luis Suárez, hay más gol que nunca.

Todos estos ingredientes se suman a la fortaleza en la que han convertido el Wanda Metropolitano, donde haga sol, llueva o nieve son inexpugnables en LaLiga desde diciembre de 2019, para formar el escenario perfecto para poner rumbo a un título que para muchos tienen ya al alcance de la mano. Y con todo esto hasta Simeone se olvida a veces de su filosofía al tiempo que resuena en su cabeza el mensaje del líder, el ya mítico "ganar, ganar y ganar, y volver a ganar".