La FIFA acierta desestimando la causa y permitiendo a Ecuador jugar el Mundial
La FIFA ha puesto fin al caso que llevaba una semana copando todas las portadas de los diarios deportivos del mundo. Hasta ayer peligraba, y mucho, la presencia de Ecuador en el Mundial de Qatar.
Todo comenzó con la llegada de documentos que aseguraban que Byron Castillo, jugador que defendió los colores de Ecuador durante los partidos en los que los amarillos se enfrentaron a Chile, era de nacionalidad colombiana. Entre ellos se encontraba una prueba de bautismo que confirmaba el lugar donde Castillo había recibido el bautizo, lo cual confirmaba la versión de los documentos que aseguraban la nacionalidad colombiana del habilidoso futbolista.
Hace unas horas la FIFA emitió el siguiente comunicado desestimando la causa propuesta por los chilenos: “Después de analizar las presentaciones de todas las partes involucradas y considerar todos los elementos presentados ante él, el comité disciplinario de la FIFA ha decidido cerrar los procedimientos iniciados contra (la FEC)”.
Es difícil posicionarse de uno u otro lado, pero lo que está claro es que ambas partes tienen cierta razón. Resulta complicado analizar esta disyuntiva desde un punto de vista que otorgue cierta simetría a un asunto que desde un principio se sabía que iba a resolverse por una decisión unilateral de un comité que ha sido capaz de trasladar un Mundial a un país como Qatar por sus propios intereses.
Lo que sí está claro es que en estos casos en los que no se halla una solución clara lo más sensato es darle la razón al fútbol, y el fútbol es el que ha decidido que Ecuador quede por delante de Chile en la clasificación para el Mundial. Sería algo injusto privar a los ecuatorianos de disfrutar de un campeonato del mundo por culpa de un error burocrático de escasa importancia.