Faces of Football: Suiza - Carta para la selección nacional

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Estimado equipo nacional suizo,

Me llamo Sonja Missio y soy una suiza que vive en Toronto, Canadá. A pesar de vivir tan lejos, siempre siento mis raíces suizas cuando veo a la selección nacional. 

Para ser sincera, no recuerdo la primera vez que los vi jugar. No tuve una epifanía ni un momento exacto en el que me enamorara del equipo. No hay una historia de cuento de hadas ni un recuerdo central; simplemente siempre han estado ahí, como una corriente subterránea que simplemente forma parte de mi vida. 

Creo que eso es lo bonito de apoyar a tu país: no necesitas tener ese momento preciso en el que te enamoras, como harías con un equipo. No, el amor y el apoyo a tu país están siempre ahí, un sentimiento de orgullo y pertenencia que no se puede describir con palabras. 

No se trata de una decisión, sino de un sentimiento; uno que se arraiga tanto en la composición de tu ser, que casi lo das por sentado. No es una cuestión de "¿por qué apoyo a la selección suiza?", sino más bien de "¿cómo podría no apoyar a la selección suiza?".

No me malinterpreten, tengo momentos: momentos favoritos, momentos horribles y momentos de orgullo que viven dentro de mí. Recuerdo la posición exacta del brazo de Sommer cuando le atajó el penal a Mbappé en la Eurocopa 2020. Recuerdo la cara de Alexander Frei cuando chocó rodilla con rodilla con Zdenek Grygera justo antes del descanso (Eurocopa 2008). Y recuerdo la celebración del gol de Gelson Fernandes tras marcar contra España (Mundial de Sudáfrica 2010).

Y estos momentos se han transformado en recuerdos que ahora viven dentro de mi cabeza. Pedazos de tiempo que ya han pasado, pero que siguen despertando en mí la misma emoción que el día en que ocurrieron. 

En general, así es como funcionan los recuerdos. Sin embargo, este Mundial será diferente. Este Mundial, estos recuerdos que pronto serán, no serán sólo para mí ya que este año podré compartirlos. 

Este es el primer año que veo un Mundial con mi hijo. Tendrá menos de un año cuando empiece el torneo, pero estoy deseando que los dos lo veamos saltar al campo. 

Estuve embarazada de él el verano pasado, cuando eliminaron a Francia en la Eurocopa. Creo que esa experiencia le marcó; supo, antes de nacer, sentir el amor y la pasión por la selección suiza. 

También creo que eso es lo que significa ser suizo. La gente bromea sobre nuestra neutralidad, pero estamos lejos de ser neutrales cuando se trata de fútbol. Al entrar en cualquier estadio, se puede reconocer a los aficionados suizos -con nuestro colorido y nuestras banderas- al instante. Puede que no seamos muchos, pero lo que nos falta en número, lo compensamos en apoyo. 

Todo el país te apoya. Celebraremos tus triunfos y te apoyaremos en tus luchas. Tanto tus fans en Suiza como los que vivimos en el extranjero, te ayudaremos a salir adelante. 

Y, este año, tienes un pequeño fan más que te observará, con los ojos muy abiertos, sin entender lo que está pasando, pero sabiendo que es algo especial.