Ezequiel Schelotto: "Pude haber jugado para la selección argentina con Sampaoli, estuve muy cerca de ir al Mundial"

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Ya ha pasado un tercio del semestre del fútbol argentino y Racing pelea por el campeonato de Primera División, en un clima repartido entre buenas y malas. Luego de la derrota en el clásico de Avellaneda, en el que Independiente se impuso 1-0, Juan Antonio Pizzi fue despedido del cargo de entrenador y quien tomó las riendas de 'La Academia' fue Claudio Úbeda, histórico jugador del club, que ocupará el cargo hasta diciembre.

En una entrevista exclusiva para 90min, conversamos con Ezequiel el 'Galgo' Schelotto sobre su reciente rotura de ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, que lo tendrá alejado de las canchas entre seis y ocho meses. A su vez, cómo tomó la salida de Pizzi y la incorporación de Úbeda, sus comienzos en Italia, el paso por Inglaterra y su vuelta a la Argentina para debutar en el país que lo vio nacer. Además, sus sensaciones sobre la consagración luego de varios años de la selección argentina en la Copa América y la italiana en la Eurocopa.

Schelotto realizó las inferiores en Banfield. Tras varias negativas de formar parte del primer equipo, decidió cambiar de aire y partir hacia Italia, donde jugó doce años hasta su llegada a la Premier League. A comienzos del 2021, cuando se rumoreó un posible regreso a la Argentina para jugar en Boca Juniors, el carrilero por derecha selló su llegada a Racing con contrato hasta finales de 2023.

¿Cómo venís de la recuperación de tu rodilla?

No es fácil para un futbolista y más para mí que soy un apasionado. Intento apoyarme en las personas que tengo cerca y con la gente de Racing, porque incluso uno de los últimos partidos me dedicaron un lindo mensaje. Voy recién 22 días, ya me sacaron los puntos de la operación y si va todo bien, empezaré la pretemporada en enero o febrero.

¿Cómo tomaste la salida de Pizzi de Racing y la llegada de Úbeda como interino?

Juan y su cuerpo técnico también estuvieron muy atentos a lo que me sucedió con la lesión. Es una situación difícil porque el fútbol te pide y presiona que los resultados tienen que acompañar porque veníamos de perder dos finales y el clásico. Es un entrenador al que no se le ha dado el reconocimiento que merecía, pero el fútbol argentino es muy difícil a la hora de hacer un balance, porque todos los fines de semana rendís un examen.

Juan Antonio Pizzi
Juan Antonio Pizzi dirigió a Racing durante el 2021 hasta el partido ante Independiente, en el que 'La Academia' perdió 1-0. / Marcelo Endelli/Getty Images

Claudio Úbeda está demostrando porqué lo llamaron. El tema "interino" es complicado, porque para mí es el entrenador, no lo miramos como un interino. Él es un emblema del club como Arano y Fleitas y tenemos que responder hacia ellos. Lo más importante es defender la camiseta de Racing, sin importar quién esté en el banco. El escudo está por sobre todos.

¿Cómo se toma desde el vestuario cuando desde afuera lo llaman "interinato"?

Hoy Racing tomó la determinación de dejar a Úbeda hasta fin de año. No lo miramos como un interino porque sería una falta de respeto para con él de parte nuestra. El que decide quien juega y quién no, es Claudio Úbeda. Llamarlo entrenador interino es lo más sencillo para los de afuera porque si le va mal, lo descartan, y no es así. Si le va bien hasta fin de año va a continuar, ¿lo vamos a llamar así desde enero? No, ya es nuestro director técnico.

"Sería una falta de respeto decir que Úbeda es un entrenador interino."

Ezequiel Schelotto.

¿De dónde surge el apodo 'Galgo'?

Me lo dieron mis compañeros de la categoría '89 de Banfield. Cuando llegué al club me veían correr de una forma diferente, con zancadas largas. Me empezaron a llamar así cuando tenía trece años.

¿Alguna vez te confundieron con Jonás Gutiérrez?

Sí, pelo largo los dos, misma posición, también de correr. Creo que es por eso. Soy amigo de él y cuando le mando un mensaje le digo "'Galgo' mayor, ¿cómo estás?". Él estuvo muy pendiente también de mi recuperación de la lesión.

¿Por qué no debutaste en Argentina?

No es que no tenía ganas, es que no me dejaron. Siempre voy a estar agradecido con Banfield porque me formé ahí, pero en ese momento desde adentro no querían que juegue en Primera. Con 15 años estaba jugando en Reserva y equipos de afuera me venían a buscar.

En 2008, cuando ya desde el club habían rechazado varias ofertas de Atalanta, pedí que me hagan un contrato y no quisieron. Decidí esperar seis meses y comuniqué que no iba a ir más al club. Agarré un avión con mi padre hacia Italia y ya me quedé jugando allá. Así llegué a 15 años en Europa, sin que nadie me haya regalado nada.

A mediados de 2008, el 'Galgo' fichó por el Cesena y, con 18 años, realizó su debut oficial. Allí logró dos ascensos en 2008/09 y 2009/10, hasta llegar a la Serie A, para luego ser transferido por pocos meses al Catania en el primer semestre del 2011. El Atalanta ya había adquirido al argentino y para la segunda mitad de ese año partió hacia Bérgamo.

Para la temporada siguiente, el
Inter compró el pase del jugador. Con la camiseta neroazurra, el futbolista marcó uno de los goles más inolvidables de su carrera: ante el Milan, en el Derbi della Madonnina.

¿Qué diferencias notás entre el Atalanta que vos jugaste y el actual?

Yo llego al Atalanta cuando ascienden a la Serie A. Ese año teníamos un equipo muy bueno, con argentinos como Maxi Morález y Germán Denis. Arrancamos el torneo con menos seis puntos, por algo que había sucedido con el arreglo de partidos. Hicimos 58 puntos esa temporada y si no hubiese estado ese descuento, clasificábamos a la Europa League.

Al año siguiente lo mismo. El proyecto de Antonio Percassi, que es el presidente de Atalanta, fue muy importante, también abarca a las divisiones inferiores y por eso cuenta con una cantera espectacular. Los proyectos hay que mantenerlos y esperar. Ahora hicieron el estadio nuevo, se clasifican a la Champions todos los años, pero no creo que tenga nada que envidiarle el equipo que teníamos nosotros.

En tu paso por el Inter marcaste un gol ante el Milan. ¿Cómo se dio tu llegada y qué significó ese hecho?

Mi llegada al club fue rápida, porque se dio en el mercado de inverno europeo. El entrenador era Stramaccioni y el Inter tenía los campeones del famoso triplete con Mourinho. A las tres semanas de mi llegada se jugaba el Derbi de Milán. Por primera vez, desde que me había ido de Argentina me había ido a ver toda mi familia. Me toca entrar en el segundo tiempo y el entrenador me puso por derecha. A los 30 segundos, me meto dentro del área, Nagatomo lanza el centro y Mexes fue a tomar a Rodrigo Palacio. Entonces salto y cuando entró la pelota se me puso la piel de gallina con todo el San Siro lleno de hinchas.

Cuando terminó el partido, se me acercó el presidente de ese momento, Massimo Moratti. Me tocó el hombro y me llevó abrazado hasta el túnel. Ahí me dice: "¿Ves todo esto Ezequiel? Quedaste en la historia del Inter para toda la vida".

Ezequiel Matias Schelotto
Ezequiel Schelotto luego de marcar la paridad en el marcador por 1-1 ante el Milan en 2013. / Marco Luzzani/Getty Images

Te tocó compartir con el 'Pupi' Zanetti. ¿Cuánto aprendiste de él?

Tiene una carrera que habla por sí sola. Me tocó tener un vestuario de campeones extraordinarios como Milito, Zanetti, Cambiasso, Stankovic, Samuel, Chivu, Córdoba, que habían ganado todo y yo los observaba detalladamente. Después me tocó ir a otros clubes y demostrar lo que ellos me habían enseñado.

Otro que a mí me encantaba, que lo tuve de compañero en Inter y después en Parma, fue Antonio Cassano. Estaba loco, pero era un loco lindo. Las cosas que hacía dentro de la cancha eran impresionantes, estaba dos pasos adelante de cualquier jugador. Él me decía que cuando agarraba la pelota, tenía que picar al vacío para que me la pase.

También aprendí de jugadores que enfrenté como Pirlo, Ibrahimovic, Ronaldinho, Cristiano Ronaldo, Benzema. Son enormes jugadores.

¿Qué camiseta que cambiaste es la más emblemática de tu carrera?

Me encanta coleccionar camisetas, lo tengo que admitir. Tengo el museo en mi casa de Italia en el que tengo como 300 camisetas. En la temporada 2011/12, el último partido del año era Juventus-Atalanta y era el último de Del Piero con el equipo. Me daba vergüenza pedírsela a él. Justo uno de mis compañeros se la quería cambiar también y le di mi camiseta para que cambie las dos. Así es como conseguí su camiseta. Tengo una de Totti también, que la hice firmar para regalársela a mi papá.

Luego de su etapa en Inter, pasó por el Sassuolo, el Parma y Chievo Verona, siempre en calidad de préstamo. Para las temporadas 2015/16 y 2016/17, Schelotto tuvo la oportunidad de vestir la camiseta del Sporting de Lisboa, hasta que llegó el otro desafío importante en su carrera: la Premier League. Allí jugó para el Brighton & Hove Albion durante tres temporadas. Finalemente, durante la pandemia generada por el COVID-19 el club decidió liberarlo tras haber quedado fuera de la consideración del entrenador.

¿Qué diferencias notaste entre la Serie A y la Premier League?

La Premier es la liga más importante del mundo futbolísticamente. Desde el deporte en sí hasta lo que es la organización. Está a años luz del resto. En Italia el fútbol es más pausado, mientras que en Inglaterra desde un área a la otra hay dos o tres toques.

En Inglaterra se puede jugar así porque hay campos de juego en buenas condiciones, pelotas muy buenas, estadios prolijos, entrenamientos completos y jugadores espectaculares. Todo eso lleva a que sea la mejor liga del mundo. Esos tres años que estuve en Brighton la pasé genial, extraño mucho la liga inglesa.

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Schelotto disputó tres temporadas en el Brighton & Hove Albion en la Premier League entre 2017 y 2020, / MIKE HEWITT/Getty Images

¿Cómo se prepara un partido para enfrentar a los del 'Big Six'?

En eso el fútbol inglés es raro. Porque los equipos más chicos, a pesar de no contar con la inversión económica de los grandes, pueden pelear de igual a igual. De hecho, hemos ganado partidos contra el Manchester United o el Arsenal, que han llegado 15 veces al arco y terminábamos ganando 2-1; y también partidos que nosotros pateábamos 15 veces al arco y un equipo como Norwich nos ganaba 1-0. Eso hace que sea muy competitiva.

Después, te toca un partido contra jugadores como Pogba, Aubameyang, David Silva cuando estaba en el City o un Lukaku hoy en Chelsea, que te marcan la diferencia y por eso valen más de 100 millones de euros.

Jugaste para Italia pero siendo argentino. ¿Qué te significó que ambas selecciones consiguieran la Euro y la Copa América respectivamente?

Muy contento por las dos selecciones y por los países que son mi casa. Para mí lo de Argentina está más arriba porque me crie acá, porque grité los goles, lloré en los Mundiales mirándolos desde casa. Italia fue el país que me abrió las puertas del fútbol europeo e hice las juveniles de la selección donde tuve la oportunidad de jugar dos partidos.

¿Tuviste la oportunidad de jugar para Argentina? ¿Cómo se pasa a representar a un país en el que no naciste?

Cuando me convocaron, fue en mi segundo año en Italia y sabía que sería difícil jugar para la Argentina porque era complicado mostrarme. El técnico de Italia me llamaba y me venía a ver, entonces tuve que decidir.

Hace tres años, en mi primer año en el fútbol inglés, se estaba por dar la posibilidad de ir a la selección argentina con Sampaoli de entrenador y Scaloni como uno de los ayudantes. Me hubiese encantado hacerlo en el Mundial de Rusia y lo tenía permitido porque solo jugué amistosos en Italia. El 'Toto' Salvio se había roto el hombro y existieron las chances, pero después él fue al Mundial, entonces me quedé con las ganas. Aún así, estoy muy contento de la carrera que estoy haciendo.

¿Cuánto te molesta que la gente presione tanto a los futbolistas?

Es un tema muy sensible que todavía no mejoró en nada. Antes de ser jugadores de fútbol, somos personas. A veces se toma al jugador de fútbol como una descarga y eso no ayuda. Yo no lo sufro por mi personalidad, pero hay otros que sí. Se sigue tomando al hombre, en esta sociedad machista, como que no puede mostrar un signo de debilidad. Y por dentro te puede consumir.

Es algo muy feo, porque vende más el quilombo y no tanto lo bueno. Hay muchos casos como el del 'Morro' García. Él capaz que no lo demostraba, porque no podía demostrar debilidad, pero somos seres humanos, no somos superhérores. La sociedad tendría que tener un poquito más de sensibilidad y sentido común.