ETERNO | El icónico calentamiento de Maradona en la Copa de la UEFA de 1989
Por Quim Ferré
El Pelusa protagonizó uno de los momentos más carismáticos de su carrera, en la visita al Estadio Olímpico de Múnich para enfrentarse al Bayern, en la vuelta de semifinales de la Copa de la UEFA 1988-89.
Diego Armando Maradona lideró al SSC Napoli hacia el título continental, aportando gol y/o asistencia desde la vuelta de cuartos de final hasta el segundo asalto del partido por el título. En semifinales, tras dos asistencias en San Paolo para ganar (2-0) a los bávaros, hizo otras dos para empatar (2-2) en territorio teutón y acceder a la final, donde se impondrían (2-1 y 3-3) al VfB Stuttgart.
Sin embargo, el momento que pasó a los anales de la historia fue la distensión con la que el de Lanús vivió los instantes previos a una eliminatoria tan importante. Solo le hizo falta un balón, su mejor amigo. Mostró coordinación y destreza, dando toques de cabeza y con la rodilla, animando a sus compañeros mientras también bailaba en momentos donde la gran mayoría de deportistas podrían verse afectados por los nervios.
Antonio de Oliveira "Careca" y Andrea Carnevale fueron los afortundos de recibir un pase de El Pelusa en la ida, mientras que el brasileño firmó un doblete en la vuelta para adelantar hasta en dos ocasiones a los napolitanos, empatados por Roland Wohlfarth en primera instancia y por Stefan Reuter en segunda. Ya en la final, también ante un equipo de la Bundesliga, Diego Armando Maradona fue decisivo participando en cuatro de los cinco goles de su equipo, con un tanto y tres asistencias.