ESPN: Suárez se plantea una rueda de prensa con sus abogados si no se desbloquea su salida al Atlético
La salida de Luis Suárez del FC Barcelona depende la obtención de la carta de libertad por parte del delantero. Si el uruguayo la consigue, podrá ser anunciado como nuevo jugador del Atlético de Madrid. Al futbolista se le había prometido, desde el día de ayer, que se formalizaría lo más rápido posible para su marcha, pero la directiva ha entendido que si se va al equipo rojiblanco, rival directo, no puede ser a coste cero. El 9 entiende que se ha faltado a la palabra desde Can Barça y, según ESPN, "no descarta hacer una conferencia de prensa con sus abogados si no se desbloquea su salida".
El deseo de Suárez no es otro que poner rumbo al Wanda Metropolitano. Ha hablado en varias ocasiones con Diego Pablo Simeone, sabe lo que el Cholo espera de él y, esa exigencia, le gusta. Además, permanecer en LaLiga y hacerle ver a Koeman que se ha equivocado dejándole marchar, le apetece aún más. Esa es la clave de la no salida del uruguayo. Si es a un rival directo, no puede ser con la carta de libertad. El delantero sabía, de palabras de los directivos, que no podría irse sin que el club comprador pagase, a Real Madrid, PSG o City, pero nadie dijo nada del Atlético. Por ello el enfado de Suárez y esa posible rueda de prensa.
Las cifras del traspaso serían las siguientes (en el caso de que consiguiese la carta de libertad): 2 años de contrato y un salario de 8 millones por temporada en el que el FC Barcelona ayudaría al Atleti en el pago del primero. Así las cosas, el uruguayo cobraría en dos temporadas como jugador de los del Cholo lo mismo que una en Barcelona. Una reducción del salario considerable para jugar donde quiere. En el día de hoy, el Atlético de Madrid espera que se desbloquee la situación para poder anunciar su fichaje y que comience a entrenarse lo antes posible con sus nuevos compañeros.
La carta de libertad es el principal escollo para la llegada de Luis Suárez al Atlético de Madrid. Si no la consigue, el delantero se plantea salir ante los medios con sus abogados. Queda claro que él no es Messi. Quiere al Barcelona, pero le están tratando de una manera pésima y eso pesa más que el cariño que le pueda tener a un club que, por cierto, ha pisoteado a su mejor amigo en el vestuario.