España no debe confiarse por la baja de Xhaka

Sorpresa tras sorpresa en los octavos de final de la Eurocopa 2020. Suiza se cargó a la vigente campeona del mundo y gran favorita para alzarse con el triunfo final en Wembley y se medirá a España en cuartos de final. Viendo cómo se está desarrollando el torneo no sabemos si lo mejor para La Roja hubiera sido medirse con Francia, está visto que las selecciones a priori más pequeñas son las que están animando el torneo con su fútbol. Suiza no es ningún chollo y seguro que la selección española tendrá que sudar si quiere estar en semifinales, pero ya parte con una ligera ventaja, la baja de Granit Xhaka por acumulación de tarjetas.

El centrocampista no sólo es el capitán del equipo por portar del brazalete, sino que ejerce de líder dentro y fuera del terreno de juego y su ausencia se notará en mayor o menor medida. Xhaka articula el juego del equipo y las jugadas salen mejoradas cuando el balón pasa por sus botas. Es uno de esos jugadores que cuando tiene un buen día puede sobrepasar las líneas enemigas con sus pases y lo da todo por el equipo, desde el primer al último minuto. La remontada suiza y su victoria en los penaltis tuvo tres nombres propios: Yann Sommer, Haris Seferović y Granit Xhaka.

Sin uno de sus tres pilares la selección centroeuropea quedará coja pero eso no es motivo para que España se confíe porque Suiza es más que un jugador y sigue teniendo a Seferovic o a Shaqiri que son jugadores peligrosos. En la Eurocopa de las sorpresas cualquier jugador, el que menos te lo esperas, puede decidir un partido y seguro que los suizos harán que la baja de su capitán no se note sobre el terreno de juego. Lo que en principio podría ser una buena noticia para La Roja puede acabar en desastre.

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