EQUIPOS OLVIDADOS | El Nottingham Forest de Brian Clough y las dos 'Orejonas'
Por Adrían Marcos
Los llamamos olvidados porque dentro del día a día, de las novedades al instante, del calendario apretado con partidos cada día, las jóvenes promesas y todo lo que rodea al mundo del fútbol, no queda prácticamente tiempo para hablar del resto. Sin embargo, tanto en Inglaterra como en Europa, la mayoría de aficionados al fútbol han oído hablar al menos una vez del equipo que conquistó la Copa de Europa dos años seguidos allá por la década de los 70.
El Nottingham Forest de Brian Clough se ha convertido en un equipo de época y, en su etapa de esplendor, fue un equipo de autor marcado claramente por la personalidad del técnico de Middlesbrough. El inglés ya había conseguido rozar la cima continental con el Derby County al lograr el ascenso, el título liguero y alcanzar las semifinales de la Copa de Europa en 1972, y después de una breve etapa en el Leeds United y un descanso, se sacó la espinita con el 'Forest'.
Clough llegó a City Ground el 6 de enero de 1975 para hacerse cargo de un equipo que militaba en la Segunda División inglesa y sus primeras medidas fueron en forma de fichajes. Primero contrató a dos de sus futbolistas fetiche, John O'Hare y John McGovern, que le acompañaron en Derby y Leeds, y después a Peter Taylor, su mano derecha.
Taylor era el complemento perfecto para Clough pues el asistente ponía los conceptos, la táctica, y el técnico era el encargado de gestionar el vestuario. El de Middlesbrough era un comunicador nato con un carisma especial que consiguió sacar lo mejor de cada uno de sus futbolistas, aunque a muchos no les caía especialmente bien.
Hubo quien le calificó como excéntrico en ocasiones, arrogante siempre y transparente como el agua. Él se encargó de dejarlo claro con algunas de sus frases: "Si discutiera con un jugador, nos sentaríamos juntos unos veinte minutos, hablaríamos del asunto y al final decidiríamos que yo tengo razón", lo que deja clara su posición ante su plantilla, o "dicen que Roma no se levantó en un día. Pero yo no estaba a cargo de esa tarea".
Clough no tuvo suficiente tiempo en media temporada para cambiar el rumbo del equipo y no consiguió el ascenso a la Premier League hasta 1977, momento en el que se produjo una revolución con la llegada del portero Peter Shilton, el central Kenny Burns, que jugaba como delantero en Birmingham, o el centrocampista Archie Gemmill. Todos ellos, junto a aquellos que permanecieron en Nottingham tras el ascenso, formaron una plantilla de británicos, ingleses y escoceses mayormente.
El 'Forest' no era ni mucho menos el equipo más entretenido de ver, pero entre sus bien aplicados conceptos defensivos y algunos destellos en ataque no tardó en asombrar a Inglaterra. Clough consiguió jugar de manera simple y colectiva para dar su primer aviso con un 0-4 en Old Trafford, y situarse como candidato a un título que terminó conquistando. El Nottingham Forest se llevó así la única liga que ha logrado y la Copa de la Liga, desbancando a un Liverpool que no solo dominaba en Inglaterra, también lo hacía en Europa.
Esta gesta le permitió colarse en la Copa de Europa de la temporada siguiente, donde su primer gran rival fueron precisamente los 'reds', a quienes dejaron fuera en dieciseisavos de final con un 0-2 en Anfield. Después fue el AEK de Atenas dirigido por Puskas quien cayó y en cuartos de final el Grasshoppers suizo. Las semifinales ante el Colonia de Bernd Schuster fueron más complicadas pues la ida en City Ground terminó empate a tres y con un 0-1 en Alemania pasaron los ingleses.
El Malmö sueco fue su rival en la final, que se disputó en el Olímpico de Múnich, y Trevor Francis fue el protagonista marcando el único gol del partido. El delantero británico había sido el capricho de Clough, a quien firmó por un millón de libras, convirtiéndole en el primer futbolista en alcanzar ese precio, pero se lesionó y no jugó ni un partido ese curso. Cuenta la historia que Francis se volvió días antes hacia un periodista que le criticó y le dijo: "Voy a debutar en Múnich, voy a marcar y vamos a ganar". Y así fue.
Ese mismo año, el Nottingham Forest logró un récord que tardó en superarse más de 40 años. Los de Clough lograron 42 triunfos ligueros consecutivos en City Ground entre noviembre de 1977 y diciembre de 1978. Más de un año encadenando victoria tras victoria en su casa, como cerca estuvo de lograr el Real Madrid hace unos años y como hizo la Juventus de Turín en 2019.
Al año siguiente, sin conquistar la Premier League pero como defensores del título continental, volvieron a disputar la Copa de Europa y se la llevaron en una final que se celebró en el Santiago Bernabéu. El Nottingham Forest se enfrentó al Hamburgo de Kevin Keegan o Felix Magath y, como sucedió un año antes, su defensa se impuso para dejar la portería a cero y llevarse la 'Orejona' con el solitario gol de John Robertson.
Sin embargo, como todo lo bueno en la vida, el sueño del club inglés terminó con la derrota en la Copa Intercontinental ante Nacional de Uruguay. Tan solo Brian Clough y unos cuantos jugadores continuaron la siguiente temporada, en 1982 Peter Taylor se marchó y en 1990, tras conocerse el fallecimiento de Taylor, el técnico inglés se retiró lastrado también por sus problemas de alcoholismo. Y el Nottingham Forest se convirtió en leyenda, como su técnico, que justificó su frase ya mítica: "No digo yo que fuera el mejor entrenador del mundo. Pero siempre estuve en el Top-1".